Según datos del Departamento de Derechos Sociales se mantiene la tendencia a la baja de los casos activos por covid-19 en los centros de mayores, con 108 en este momento.

Gran parte de los positivos permanecen en las residencias y no han requerido hospitalización, concretamente 79, de las que 52 presentan algún tipo de síntoma y 27 son asintomáticas. Otras 16 han sido trasladadas a los recursos intermedios y han necesitado ingreso hospitalario 13 personas.

Por otra parte, las altas epidemiológicas han alcanzado ya las 355 personas.

En cuanto a las bajas de profesionales, hay en este momento 59 personas trabajadoras, 52 sintomáticos y 7 sin síntomas.

Desde el pasado 1 de julio han fallecido 86 personas mayores procedentes de centros residenciales, 49 en centros hospitalarios y 37 en la propia residencia.

Los centros de discapacidad siguen sin casos activos y sin nuevos fallecimientos, 3 desde el pasado 1 de julio.

Bajan también las personas trabajadoras que han causado baja por covid-19 en estos centros, 11 en este momento, sintomáticos 9 y asintomáticos 2.

Reanudadas las visitas desde el 26 de noviembre

Como ya se anunció, en vista de la positiva evolución epidemiológica en Navarra de las últimas semana, desde este jueves, 26 de noviembre, se han reanudado en Navarra las visitas de familiares a las residencias de mayores y discapacidad, con cita previa, al menos un día por semana.

El número de visitas que se pueda realizar simultáneamente dependerá de las características de las residencias, asegurando la distancia entre los visitantes y evitando el contacto de personas usuarias con otras diferentes a sus propias familias.

En el caso de personas mayores se establece una persona por residente y 30 minutos de duración, y para personas con discapacidad, de dos personas y 60 minutos.

Para hacerlo posible, los centros deberán adecuar los espacios disponibles, según las indicaciones realizadas por la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, del Departamento de Derechos Sociales.

Únicamente en los centros en los que haya un brote activo de covid-19 y no dispongan de un área totalmente independiente para la atención de las personas afectadas, no se permitirán las visitas mientras dure dicho brote, salvo en las tres excepciones contempladas desde el comienzo de la pandemia: el final de vida, el alivio de descompensación neurocognitiva o en situaciones de grave deterioro de la situación psicoafectiva de la persona residente.

También se han flexibilizado las salidas, se permiten en ambos casos las que tengan como finalidad las consultas médicas (o afines, como podología), la realización de trámites administrativos, actividades laborales o de índole similar. Igualmente, se posibilitarán las salidas en aquellas situaciones de necesidad como el acompañamiento a familiares o allegados en el final de vida de los mismos.

En las residencias de mayores que cuenten con “espacios seguros”, las personas residentes podrán salir a pasear a estos espacios, solas o acompañadas por personal del centro, y en los horarios en los que dichos espacios estén habilitados como tales. También estará permitido el contacto visual y verbal con los familiares desde el perímetro residencial.

En los centros de discapacidad se podrán realizar, asímismo, paseos terapéuticos, considerados como “salidas de bajo riesgo”, y se autorizan salidas grupales como actividad del propio centro a espacios exteriores, siempre y cuando se realicen con su grupo de convivencia habitual, en transporte independiente y en las salidas no se entre en contacto con ninguna otra persona.