a estrategia de cribados desarrollada por el departamento de Salud es una herramienta "clave" para contener la pandemia de la covid-19 porque, como explica María Pilar Sola Sara, jefa de la sección de Urgencias Extrahospitalarias, "si en una población hay una incidencia alta y detectamos el mayor número de casos posible, intentamos cortar las vías de transmisión más rápidamente". Y es que, al identificar a un positivo, "ya no infecta a nadie más, porque vas a establecer sobre él y sobre todos sus contactos el protocolo que hay de cuarentena".

Como explican desde el departamento, esta estrategia, que se sitúa en el terreno mixto del sistema de detección precoz y la intervención comunitaria, de la mano de agentes municipales, se ha ido actualizando en base a la experiencia, la evidencia científica y la colaboración continua con el Ministerio de Sanidad. Así, desde principios del verano, cuando empezaron a poner en marcha estos dispositivos, que se han extendido por toda la geografía foral, se han realizado más de 13.000 pruebas.

Es el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra el que decide realizar un cribado tras realizar el correspondiente estudio de la situación, en el que analizan tanto parámetros cuantitativos como cualitativos. Entre los criterios que valoran, está que debe haber una incidencia alta, tanto en la población, como en los mayores de 65 años, una tendencia ascendente, presentar una positividad alta y que la trazabilidad sea baja, indicaron.

cómo se monta el operativo

"La población se siente atendida"

Apoyo de jóvenes voluntarios

La enfermera María Pilar Sola, que entre sus funciones está organizar los operativos para realizar estos cribados, destaca que con ellos "somos capaces de parar las vías de transmisión más rápidamente", así como que el hecho de que vayan a realizar pruebas proporciona "cierta tranquilidad" a los habitantes del municipio correspondiente, que, en general, "lo viven bien" y se "sienten atendidos". Sola explica que "normalmente el Instituto de Salud Pública define la población diana sobre la que lo vamos a hacer, dependiendo de la incidencia que tengan", para lo cual "hacen sus estudios" y también "con qué método se realiza" -PCR o test de antígenos-. Una vez que reciben esa información, prosigue, "nos ponemos en contacto con el Ayuntamiento, con el alcalde, para organizar el lugar en el que se va a hacer". Una vez elegido, "se suelen habilitar unos teléfonos para que la población diana llame y, al mismo tiempo, nosotros vamos llamando para ir agendando a todas las personas que quieran ir, con unos tiempos determinados, para intentar evitar aglomeraciones en el espacio en el que se esté llevando a cabo el cribado".

El número de profesionales que participan en estos operativos se amolda a las necesidades de cada momento. Así, "si son 500 personas, vamos con dos equipos y, si son más de 1.000, vamos con cuatro", explica. Tras el primer cribado, que fue en junio en una fábrica de Bera, donde se hicieron 150 pruebas, después de registrarse un brote en Lesaka, hubo otro cribado en otra empresa de Sangüesa (con 181 y 4 positivos), si bien el más importante a nivel laboral fue el de Uvesa en Tudela, con 640 pruebas y 175 casos. Posteriormente, se fueron sucediendo dispositivos: Mendillorri,Mendillorri con 1.145 pruebas y 14 positivos; Leitza, con 1.882 pruebas y 35 positivos; Carcastillo, con 1.112 pruebas y 40 positivos, si bien en este caso estaba ligado sobre todo a temporeros, un sector con el que Salud viene trabajando con motivo de las distintas campañas agrarias. Asimismo, se han llevado a cabo cribados poblacionales en Tudela (507 pruebas), Valtierra (230), Cadreita (300), Ribaforada (2.071), Murchante (1.780), Viana (1.736), Valtierra (392), Cascante (387) e Irurtzun (578). En el ámbito laboral, en noviembre hubo cribados en Mendavia, Azagra, Milagro, Larraga y Lazagurria, entre otras localidades. Dentro de esta estrategia y para proteger el ámbito sociosanitario, que es un eje prioritario del Ejecutivo foral, desde el 17 de diciembre se están haciendo cribados quincenales a los 5.100 profesionales sociosanitarios de todas las residencias.

Además, para la organización logística de los cribados, que normalmente recae en el equipo de operaciones especiales del Servicio de Urgencias Extrahospitalarias, con el apoyo de Atención Primaria de la zona básica o del hospital de referencia, últimamente cuentan con la implicación de grupos de voluntariado, en su mayoría jóvenes, que "nos ayudan en todo lo que necesitamos", "sirven de ejemplo a los demás" y les animan a participar en las pruebas, dice Sola, quien indica que "el número de contactos estrechos de los nuevos positivos ahora es menor", ya que, a su juicio, "la ciudadanía ha tomado conciencia de que es importante protegerse y proteger a los demás". Por ello, de cara a estas fechas navideñas, quiere transmitir que "hay que trabajar todos juntos para intentar parar la propagación. Es importante que nos atengamos a las normas que nos están indicando, que no nos juntemos más de los que debemos de estar, que utilicemos las medidas de protección, que ventilemos los espacios y que cumplamos con lo que nos piden, porque necesitamos que todos lo hagamos bien, porque si no, va a ser mucho más difícil que lo consigamos. Y, al final, el que sea más difícil implica que va a haber personas que lo van a pasar mal y personas que se van a morir".

"Hay que trabajar todos juntos para intentar parar la propagación; necesitamos que todos lo hagamos bien"

Jefa de Urgencias Extrahospitalarias