- La suerte de nuevo volvió a visitar el estanco de la calle Ador en el Barrio de Lourdes de Tudela, una administración que está abonada a la suerte desde hace tres años y a la que parece que la diosa fortuna le ha cogido cariño. No en vano desde el año 2018 todos los sorteos que se celebran en Navidad (Niño y Navidad) les ha llegado, de una u otra forma.

Ayer fue el segundo premio de la Lotería del Niño, el 3.436, el que se acercó a su puerta para entregar 75.000 euros al afortunado o afortunada que decidió comprar un décimo con ese número.

Era día de descanso para la familia Arnaiz Utiel, y de hecho tenían la persiana cerrada, pero apenas 10 minutos después de que terminara el sorteo el padre, Enrique Arnaiz, ya estaba barriendo la calle para que las cámaras y los posibles visitantes no vieran las hojas y algunas colillas dejadas por la gente.

El escaparate apenas deja ya hueco para más carteles de números premiados. "¿Qué, ha tocado otra vez?", preguntaba una vecina, "sí, otra vez, un segundo premio", sonreía tras la mascarilla Enrique. "¿Qué número es?", interrogaba una runner que se acercó al estanco, "es que ayer os cogí dos números", pero no hubo suerte. El agraciado tampoco apareció en apenas esa hora que levantaron la persiana para recibir a los medios.

Ni Gonzalo ni Mar, los hijos de Enrique, conocían la identidad de la persona que había adquirido el décimo premiado. Su estanco trabaja con máquina y eso permite a los compradores elegir el número que desean y trabajan menos con décimos, ya que solo tienen del número al que están abonados, y que curiosamente nunca ha tocado, que es el 62.505.

Los dueños, la familia Arnaiz Utiel, están ya habituados a que los medios cada Navidad vengan a hacerles fotos y tienen práctica en posar delante del establecimiento. "El dar tantos premios sí repercute en las ventas porque al final sales en la prensa, te hacen propaganda y mucha gente viene a comprar porque has dado premios. Vendes más y más posibilidades tienes", explicó Gonzalo Arnaiz. De hecho hace un año fue la administración que más décimos vendió de todo Navarra.

El estanco vende lotería desde hace cinco años y, curiosamente, no empezaron a dar premios hasta que un año les robaron la tradicional imagen de San Pancracio que tienen todos los negocios.

Como explicó su padre, "teníamos un San Pancracio y nos lo robaron, que dicen que si te lo roban da suerte". Junto al santo también la patrona de Tudela, Santa Ana acompaña a la administración. "Fue el año que vendimos más de 150 décimos del tercer premio. Dimos casi 7 millones de euros. Puede ser casualidad o no", se reía el hijo, Gonzalo.

El negocio lleva instalado en el Barrio de Lourdes desde 1953, como estanco y administración, si bien durante unos años dejaron de vender lotería y se trasladaron a la plaza del Padre Lasa. "Yo tenía 5 años cuando abrió mi padre el negocio. Por ley estaban obligados a que en cada esquina hubiera un negocio. Como no había estanco lo pusieron. Estuvo en la guerra y por méritos de guerra le dieron un estanco. La primera venta en todo el primer día que abrió fue una caja de cerillas. La mujer que la compró vino a reclamar porque había 39 cerillas y ponía 40", reía Enrique.