- El confinamiento, junto a las consecuencias económicas, sociales y emocionales de la pandemia del coronavirus han disparado notablemente en Navarra las situaciones de personas atrincheradas en sus domicilios u otros inmuebles, que requieren de la intervención de los negociadores policiales, especialistas que intentan convencer a las personas que amenazan con suicidarse o herir a su pareja de que desistan de sus intenciones. La Policía Foral intervino el año pasado en un total de 17 ocasiones y en diez, más de la mitad, el equipo de negociadores consiguió solucionar la situación sin que fuera necesario irrumpir por la fuerza en las viviendas.

El dato de intervenciones acumuladas en el año pasado por el equipo de negociación del Cuerpo autonómico contrasta significativamente con la actividad que venía desarrollando esta unidad especializada desde su creación en el año 2017. En aquel ejercicio, los negociadores de la Policía Foral únicamente fueron activados en dos ocasiones, las mismas que en el año 2019, mientras que en 2018 tuvieron que intervenir en ocho casos.

El balance de 2020 refleja que se produjeron 17 movilizaciones de los negociadores de la Policía Foral para atender situaciones de personas que se encontraban atrincheradas, principalmente en un domicilio, aunque también hubo casos en naves industriales, que amenazaban con suicidarse (5 casos) o con lesionar o matar a su pareja o un familiar (3 casos). Además, en diez casos los atrincherados tenían en su poder armas de fuego o armas blancas, lo que agravaba aún más la situación.

Los negociadores del Cuerpo autonómico consiguieron resolver diez de las situaciones mediante la negociación policial, "un conjunto de técnicas de comunicación con las que se modifica la voluntad de la persona atrincherada, que decide voluntariamente abrir la puerta y acabar con la situación de forma no violenta", explica el inspector Miguel Ángel Vicente Jaurrieta, jefe del equipo de negociadores de la Policía Foral y uno de sus fundadores.

El equipo de negociación de la Policía Foral está integrado actualmente por cuatro agentes. Son movilizados por el Centro de Mando y Coordinación de la Policía Foral cuando se presenta una situación crítica, de la que suele alertar un familiar, amigo o vecino de la persona atrincherada. "Desde la primera llamada de activación del equipo, empezamos a demandar información del lugar, de la persona, de sus antecedentes psiquiátricos, policiales, etc. Se busca información en todas las bases policiales o en redes sociales, y también se intenta hablar con algún allegado de la persona. Es una tarea a contrarreloj para diseñar una estrategia de negociación".

En cada situación con una persona atrincherada intervienen dos negociadores, cada uno con un papel. "Siempre habla solo uno con la persona atrincherada, el Nego-1, mientras que el otro negociador -Nego-2- está de apoyo, asesorando al compañero, catalogando las emociones del implicado y sugiriendo ideas para llevar adelante la negociación, advirtiendo sobre temas que son contraproducentes o recomendando incidir en otros".

La negociación busca rebajar el estado emocional de la persona atrincherada, "de modo que si baja la emoción, sube el raciocinio", explica Miguel Ángel Vicente. "Desde el establecimiento del contacto con la persona, se intenta crear un clima de confianza que va a permitir ir persuadiéndola de que desista de su conducta. La dicotomía entre hacer algo o no hacerlo -ir al hospital, quitarse la vida, hacer daño a su pareja-, que siempre la tienen, se va inclinando y logramos que cambie su voluntad y, por lo tanto, su comportamiento".

Aunque mediante la negociación policial no se consiga resolver completamente la situación crítica, el propio proceso sirve para ganar tiempo para la resolución, para que el equipo de asalto diseñe su estrategia y pueda irrumpir en el domicilio con la mayor garantía en caso de que la negociación no prospere. El año pasado se tuvo que acceder por la fuerza en seis casos y solo en uno la persona atrincherada se precipitó por una ventana antes de que el equipo de negociadores llegase. "Se lanzó desde un primer piso y los compañeros de seguridad ciudadana intentaron frenar su caída".

3

Tres actuaciones llevadas a cabo el año pasado estuvieron motivadas por violencia de género.

5

En cinco casos los negociadores de la Policía Foral actuaron por supuestos intentos autolíticos.

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Tres actuaciones llevadas a cabo el año pasado estuvieron motivadas por violencia de género.

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En cinco casos los negociadores de la Policía Foral actuaron por supuestos intentos autolíticos.