A raíz de la medida que entró esta pasada madrugada en vigor, la hostelería de la Comunidad Foral deberá clausurar los interiores de bares, restaurantes y cafeterías. Esto según indican profesionales del sector como Tomás Urmeneta, dueño del bar la Campana, en el Casco Viejo de Pamplona, provocará que muchos de ellos no puedan abrir sus puertas al público, debido a que la mayoría no tienen terraza o bien la que tienen es muy pequeña y esta es insuficiente para mantener a flote el negocio.

A su vez, SOS Hostelería/Ostalari-tza, entidad que agrupa a trabajadores por cuenta propia y ajena del sector, sobre todo en pequeños establecimientos, realizó ayer a las 21.30 horas una cacerolada en la plaza del Castillo de Pamplona para protestar contra estas nuevas medidas.

Iñaki Andradas, dueño del Bar Baserriberri, ubicado en la calle de San Nicolás, afirma que continuará solo con el servicio de comida a domicilio. “Desde diciembre empezamos a ofrecer servicio a domicilio, porque hay que pagar mínimamente los gastos. Para la gente que tiene más miedo a salir de casa, esta una alternativa interesante, nos está funcionando bastante bien ”, subraya. Andradas asegura que toda la responsabilidad por los contagios se achaca a la hostelería, pero que también existen “muchísimos factores que influyen” en la situación epidemiológica. “Por supuesto soy de los que piensa que tiene que primar siempre la salud. Hemos tenido la mala suerte que nuestro sector es de los más afectados porque te tienes que quitar la mascarilla para comer”, sostiene con resignación.

Juan Percaz, del bar-cafetería Toskana, en Burlada, mantendrá las comidas en la terraza de su local, a la que le ha añadido un cortavientos y unos calefactores eléctricos. Percaz, a pesar de tener una pequeña esperanza gracias a las vacunas, afirma que no cree que este año puedan remontar. “Creo que se han cebado injustamente con este gremio, porque cumplimos con toda la normativa que nos han dicho. Lo que pasa es que por mucho que llamemos la atención no podemos hacer de policías todo el rato, y al final es el propio cliente el que tiene que ser responsable”.

Nacho Calvo, secretario general de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN), declara que “los comedores escolares o los de las empresas no se cierran” y que en cambio a ellos sí, y que “alrededor del 90% del sector cerrará debido al cierre de interiores, porque su situación se ha tornado “inviable”. Otro factor que afecta a que muchos bajen la persiana de sus locales, aún teniendo terraza, detalla, es el mal tiempo y la borrasca de este fin de semana.

Asimismo, la presidenta de AEHN asegura que esta restricción va a provocar que “cierre la hostelería entera, ya que solo el 25% de los bares y restaurantes de Navarra tiene terraza, y de estos muchos tienen terraza pequeña”. Entre ellos también el restaurante y sala de Conciertos Zentral.

Por otro lado, asegura que las comunidades que han cerrado la hostelería “no están mejorando su curva de contagios. Además el 80% de las infecciones se producen en los domicilios y en el ámbito privado, donde no se tiene un protocolo de prevención como el nuestro”.

Ante esta situación, Beriáin afirma que se encuentran a la espera de que el Gobierno foral les cite para hablar sobre nuevo paquete de ayudas de 10 millones de euros. “Desde el sector vamos a hablar con el Ejecutivo para ver cómo hacer la nueva convocatoria. No queremos que ocurra lo mismo que en la anterior, cuando se iban a dar 20 millones de euros, pero pusieron muchos condicionantes y solo el 56% de los negocios pudieron cobrar”, remarca. Beriáin espera las ayudas para febrero, pues sostiene que el sector está en una grave crisis económica. “En 2019 la hostelería facturó 850 millones de euros y en 2020 no hemos conseguido llegar a 500, subraya.

“No podemos hacer de policías todo el rato, al final es el propio cliente el que tiene que ser responsable ”

Bar-cafetería Toskana