La defensa de Daniel L.O, el director de Dana Models Agency, condenado este lunes a 115 años de cárcel por grabar desnudas a 129 modelos, presentó pronto sus cartas en la instrucción. El acusado, allá por 2017, cuando fue llamado a declarar, reconoció los hechos y pidió perdón por los mismos. Luego, quiso activar la mediación penal para manifestar ante cada una de las jóvenes víctimas su arrepentimiento.

Por último, presentó un informe psiquiátrico, que ahora había sido ampliado de cara al juicio, en el que un especialista de la Universidad de Navarra certificaba que el procesado padecía un trastorno relacionado con su adicción al sexo. Hoy, lejos de ello, dice haberse convertido en asceta y formar parte de una congregación evangélica que le reporta una vida contemplativa.

La asociación de la que ahora forma parte afirma en su web que se encarga de tratar a personas en situación de vulnerabilidad, en procesos de exclusión, y a personas, como el acusado, que han sufrido dependencias adictivas de diversas naturalezas (ludopatía, tóxicos, sexuales, nuevas tecnologías...).

De hecho, en la vista en la que hoy ha dado la conformidad al acuerdo que le manda un máximo de cinco años a prisión, ha sido acompañado por una especie de tutor de esa asociación cristiana. El procesado, que hasta el día de hoy no había ingresado todavía ni un día en prisión provisional desde que fue detenido en diciembre de 2015, ha sido el primero en manifestar que deseaba entrar en la cárcel cuanto antes.

Sin embargo, pese a ello, todavía no ha depositado ni un euro en favor de reparar el daño que les ha causado a las víctimas. Y eso que ha sido condenado a 116.040 euros de multa y a una indemnización para responder a la responsabilidad civil de las denunciantes de 330.000 euros.