La Asociación de Chinos en Navarra inauguró ayer su nueva sede de Pamplona, situada en la calle Pintor Crispín del barrio de Iturrama. La entidad quiere que sea un espacio que la comunidad de este país quiere convertir en punto de encuentro entre dos culturas, con actividades formativas y de ocio que permitan un mayor conocimiento entre personas.

Al acto acudieron el consejero de Políticas Migratorias, Eduardo Santos, la directora general de Políticas Migratorias, Patricia Ruiz de Irízar, así como representantes de la propia asociación.