Navarra arrancó ayer la vacunación frente a la covid-19 de los mayores de 90 años, con unas 780 personas de Pamplona y comarca que pasaron por el polideportivo de Azpilagaña. Hoy volverán a hacerlo una cifra similar de personas y mañana el dispositivo se traslada al pabellón de la Rochapea para inmunizar a los mayores de 90 años de otras zonas básicas, y en tres semanas se volverán a repetir los dispositivos para administrar la segunda dosis. A la par, hoy arranca también la vacunación en las áreas de Tudela y Estella y en total esta semana se prevé inmunizar a 4.200 personas -3.084 del área de Pamplona- de esta franja de edad, incluidas en el grupo de mayores de 80 años al que se espera administrar las dosis a lo largo de este mes de marzo.

“Ha sido un salto cualitativo poder empezar con el grupo poblacional, con los mayores de 90 años, que es una población que ya por edad es frágil, es vulnerable, ha sido un cambio importante y estamos contentos de haber podido empezar ya esta vacunación”, explicó Ana Ariztegui, responsable de vacunación de Atención Primaria del área de salud de Pamplona, a los medios de comunicación presentes en el polideportivo de Azpilagaña. Allí se estableció ayer un dispositivo especial para ordenar la llegada de las personas mayores, gran parte de ellas acompañadas por un familiar, para facilitar un procedimiento adecuado en la administración de la vacuna. La Policía Municipal de Pamplona ordenaba el tráfico en la calle mientras personal sanitario indicaba a los mayores cómo realizar el circuito que constaba de una fila para acceder a los boxes de vacunación y después de una zona con sillas para esperar 15 minutos la posible aparición de síntomas. Fuera, quienes tenían problemas para desplazarse aguardaban en el coche a que el personal de enfermería acudiese a administrarles la dosis allí mismo.

“Cuando hicimos el llamamiento, identificamos a aquellas personas que no podían acudir y a las que sí podían pero que era mejor vacunarlas en el coche. Lo único que hay que hacer es que en el periodo de observación un familiar esté con ellos durante 15 minutos por si aparece algún efecto secundario”, detalló Ariztegui sobre las vacunaciones en el coche.

La aceptación de la vacuna por parte de los mayores de 80 años, especialmente vulnerable, ha sido “muy buena”, al igual que en el resto de sectores en los que se ha vacunado, tal y como destacó la responsable de Atención Primaria. “Se comenzó ya el jueves pasado la citación. El primer día les pilló a muchos por sorpresa y nos costó un poco la citación inicial pero a partir de ahí, desde que se hizo extensivo que empezábamos, todo el mundo ha participado, hay muy poca gente que nos haya dicho que no puede acudir, pero por causas de enfermedad o limitaciones funcionales, y a estos iremos a una nueva repesca la semana posterior. Ninguna persona se va a quedar sin vacunar porque no haya podido acudir. Vamos a hacer continuamente repescas”, apuntó. Así, los huecos en la citación, que fueron pocos, se cubrieron ayer con personas menores de 90 años, “de entre 87 y 89 años”, matizó Ariztegui.

De cara al futuro y a vacunaciones más masivas, la responsable de vacunación destacó que todo dependerá del suministro de las vacunas y lo ejemplificó en los reajustes de calendario que han tenido que hacer por los retrasos de algunas compañías: “La previsión que Moderna nos hizo en diciembre la ha incumplido y eso nos llevó a modificar la vacunación de los sanitarios de centros privados porque hubo que guardar dosis para garantizar que se tendría la segunda”.

Lo mismo ocurre con AstraZeneca, que ha anunciado una disminución de las vacunas previstas para el segundo trimestre del año, aunque ayer envío a Navarra una remesa de 5.000 dosis. “Todavía no sabemos cuánto vamos a poder vacunar en abril, pero se espera empezar con la población general. AstraZeneca anuncia un descenso de los envíos pero Pfizer va a enviar muchas más y ya estará Janssen. La idea es poder hacer vacunaciones más masivas”, subrayó Ariztegui.

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