Refena vuelve a ser el centro neurálgico de la inoculación de las vacunas de AstraZeneca a pesar de que los próximos días esta previsto trasladar todo el operativo a las instalaciones de Forem ubicadas en Mutilva. La administración del antídoto se retomó el pasado miércoles y desde entonces, profesores, monitores e incluso algún otro sanitario no perteneciente a la primera línea, acuden por las mañanas a recibir su dosis. Es el caso de hoy que desde primera hora los primeros citados han empezado a llegar a cuentagotas al lugar indicado para recibir su primera dosis. Entre ellos, se empezaron a ver los primeros navarros y navarras mayores de 55 años que serán vacunados con el antídoto inglés.

En la cola, nervios e incluso incertidumbre, por los conocidos efectos secundarios del antídoto y por los propios nervios generados por el hecho de recibir una vacuna. En este caso, a estos sentimientos y emociones habituales se les ha sumado un pequeño contratiempo, ya que ha habido un momento en el que se han terminado los viales de la empresa británica y a los integrantes de la cola les ha tocado esperar un poco más de lo necesario para ser atendidos.

Tras aproximadamente un cuarto de hora de espera, finalmente han llegado nuevas dosis y la cola ha empezado a avanzar rápidamente y se ha retomado el ritmo previo de vacunación. Conforme el proceso ha ido avanzando, los nervios y la incertidumbre se han ido disipando y se han convertido en tranquilidad y alivio.

La profesora Elvira Lacunza Ansorena, de 61 años ha sido una de las primeras en acceder a la zona de Refena habilitada para este fin. Ha asistido con nervios, pero se ha mostrado satisfecha con el resultado final. Antes de acceder a la cabina de vacunación, ha reconocido que estaba nerviosa porque "estamos en la incertidumbre por todo los comentarios que se oyen sobre la vacuna", pero aún así, ha expresado "hay que ponérsela por responsabilidad social y también para protegerme". Sobre el agotamiento del lote repentino y la espera derivada de ella, ha resaltado que "hay que esperar a que traigan otro y cuanto más tiempo pasa, más nerviosa me pongo".

Esmeralda Landa Elizalde, de 60 años, ha sido puntual a su cita en Refena. Puntual y convencida de recibir su dosis. Y tras la inoculación, ha salido muy satisfecha "la atención ha sido de diez con corona. Estoy muy orgullosa de la sanidad pública navarra". Sobre las molestias causadas por la aguja que han empleado para administrar su dosis, ha expresado que únicamente sintió "un pinchacillo y poco más".

Preocupación por los efectos secundarios

La profesora ha reconocido que venía algo nerviosa a la cita por "la mala prensa que tiene la vacuna", pero ha incidido en que "ojalá se vacunase más gente y en menos tiempo, porque de verdad que no supone más que un pequeño pinchazo". Sobre los efectos del antídoto británico ha reconocido que no tiene ningún miedo y en esta línea, utilizó el símil de "cuando cogemos el coche tenemos más riesgo que con la vacuna. Siempre hay un riesgo las vacunas, pero yo no tengo ningún miedo".

Ceferina Bailón Ansorena, de 62 años, no estaba nerviosa, pero ha confesado tener miedo al contagio en el colegio donde trabaja de monitora. Al respecto, ha insistido en que "hay que vacunarse y creo que es la solución, porque si no, no hay nada que hacer", por otro lado, ha alegado estar "contenta" por haber iniciado el proceso de inmunización y ha indicado no estar preocupada por los efectos secundario porque "ellos ya saben lo que lo que están poniendo y cuanto antes nos hagamos, mejor".

Había quien le preocupaba el propio pinchazo, como la trabajadora de Salud Pública, Imnaculada Saiz Martín, de 59 años, que a pesar de ello, ha subrayado que no ha sentido nada. Sobre las últimas noticias sobre AstraZeneca y sus efectos, ha reconocido que "sí que me afecta un poco. Todas mis compañeras menores de 55 años ya se han vacunado y en general han estado bien, pero ha habido dos personas que han pasado bastante mal".

El profesor Javier Fuertes Méndez de 25 años, ha sido otro de los citados. Tras recibir la primera dosis del antídoto, ha declarado que ha acudido a la cita "bastante tranquilo, aunque es verdad que soy consciente efectos secundarios que puede generar". Sobre el momento de inoculación ha subrayado que "no notas nada. Te llaman a vacunarte, te preguntan si has tenido síntomas en días previos, te pinchan y listo".