Dos de los acusados del triple crimen de Cáseda, los hermanos Juan Carlos y Emilio Jiménez, han manifestado este martes en la vista oral que se sigue en el Palacio de Justicia de Pamplona por esta causa que no se percataron de cuándo su padre, Juan Carlos, cogió la escopeta del coche y que se enteraron de los disparos al escuchar las detonaciones.

Tras declarar su padre en primer lugar en la sesión de esta mañana, Juan Carlos J.J. ha respondido, al igual que el resto de procesados, a las preguntas del Ministerio Fiscal y de los abogados defensores, no así de la acusación particular.

El hermano mayor ha indicado que él no vio cómo su padre sacaba la escopeta del coche después de que las víctimas "nos empezaran a pegar". "Yo me pegué con Julio -su cuñado- y no veo cómo saca la escopeta, de repente escucho una detonación y después otras", ha relatado. Según ha dicho, él no le incitó a que disparara, "si me estoy peleando no puedo gritar dispara, dispara; es imposible".

"Después de los disparos yo me acerco hacia el vehículo y ahí están mi padre y mi hermano; mi padre blanco. Yo le quito el arma y le digo móntate", ha explicado, para precisar que no había visto así antes a su padre.

Ha señalado que son cazadores y que tiene la costumbre de dejar la escopeta cargada en el coche, en concreto, en el maletero; "de diez veces lo haré nueve". Y ha detallado que días antes de ir a Cáseda junto a su padre y su hermano había estado cazando.

Tras la reyerta, ha dicho que salieron en coche de la localidad para dirigirse al cuartel de Tafalla porque así lo decidieron su padre y él "conjuntamente". "Mi hermano no hablaba, no era él", ha manifestado.

Sobre por qué le dejó conducir a su padre si lo vio en ese estado, ha comentado que "si conduzco, aseguro que me estrello porque soy un pésimo conductor". "Mi padre en estado de 'shock' es mejor conductor que yo", ha explicado.

También ha comentado que no tenían "para nada" una mala relación con los fallecidos. "Me llevo bien con todo el mundo", ha dicho, para señalar que su cuñado "conmigo era una buena persona, con mi hermana era un ser despreciable".

Por su parte, Emilio J.J. ha señalado que "si llego a ver la escopeta en la parte trasera del coche no voy" a Cáseda, "si la veo no va en el coche". Ha explicado que en la localidad, fue Fermín -una de las víctimas- quien "le pegó un puñetazo" a su padre y "empiezan a pegarse".

Ha asegurado que su cuñado también pegó a su padre y que entonces su hermano "le quiere quitar" y "empezaron a pegarse entre ellos". "Apareció Cristian -una de las víctimas- con una vara y le pega a mi padre y Fermín sigue golpeando a mi padre", ha expuesto.

Ha afirmado Emilio J.J. que él no sacó la escopeta del vehículo. "No vi cómo mi padre cogía la escopeta", ha dicho, para precisar que su hermano se estaba peleando con Julio. "Yo oigo un disparo y veo cómo Fermín se desploma", ha dicho, para insistir en que ni participó en la pelea ni en dar la escopeta a nadie. "Cuando empezó la pelea no me lo creía, yo soy un chaval muy tímido, tengo miedo", ha dicho.

El procesado, que ha relatado que fueron a Cáseda "para intentar que Amparo -su hermana- volviera, para arreglar las cosas", ha indicado que tras los disparos se quedó "atónito", "mi hermano me agarró del brazo y dijo móntate en el coche" para dirigirse al cuartel Tafalla.

Desde el coche, ha comentado que llamó a su madre para "decirle que tengan cuidado que papá ha disparado a Fermín, que nos han dado a palos y que papá ha disparado a Fermín".