Núcleos familiares pequeños o parejas. Ése es el tipo de cliente que suele frecuentar durante los veranos los apartamentos rurales Goizeder, en Aurizberri-Espinal. Idoia Villanueva Vidaurreta es quien gestiona este alojamiento rural desde el año 1996 y se muestra optimista de cara a la temporada de verano. “Se ha notado movimiento últimamente, aunque ya de antes teníamos algunas reservas porque se pueden cancelar. Ahora se va llenando bastante julio y agosto también. Muy mal tendría que ir para que esto no remonte, ya parece que vamos viendo el final de todo esto”, expresa esta vecina de Aurizberri/Espinal.

Y es que, teniendo como referencia la cantidad de reservas del pasado año en plena pandemia, confía en que, al menos, este año sea similar. “El verano pasado se trabajó muy bien y, cuando nos dejaron trabajar, en navidades y semana santa afortunadamente la gente de Navarra respondió y tuvimos lleno”, agradece. Lo que sí ha notado es un ligero cambio en la composición de las familias.“Han llamado más familias de amigos que se juntan, quizás porque en el resto del año no se han visto mucho”, asevera Idoia.

Respecto a la procedencia de sus visitantes en el periodo estival, a lo largo de todos los años, quienes más acuden suelen ser los turistas valencianos, catalanes o madrileños, en su inmensa mayoría. Una tendencia que este año también se mantiene. “A veces te reservan y no sabes de dónde son, pero el cliente valenciano es el que más viene con diferencia”, apostilla.

La casa rural de Idoia se divide en cuatro apartamentos independientes con su salón-cocina, dos habitaciones y un baño. Tres apartamentos tienen cabida para 4 plazas y uno de ellos, puede albergar hasta 5 personas. Cuando se alquila de manera íntegra, los huéspedes puede optar a disfrutar de “un txoko“, un espacio contiguo a la casa con cocina, chimenea y un salón con televisión. Una opción ideal para los inviernos. Y, si no, también queda para cuando el tiempo lo permite un amplio jardín en el que hay una barbacoa, columpios, hamacas y mesas para disfrutar de una buena comida al sol. “El jardín es una zona de mucho uso y da mucha vida a la casa. La gente lo valora cada vez más”, explica.

IRATI-ORREAGA

Así como la casa rural Goizeder, las expectativas para el resto de alojamientos rurales del Pirineo Navarro son bastante optimistas. La Asociación Irati-Orreaga, que aglutina al 50 % de los establecimientos hosteleros de los valles de Erro, Aezkoa y Arce, y de los pueblos de Auritz/Burguete y Luzaide/Valcarlos, reconoce que las llamadas han aumentado exponencialmente durante las últimas semanas y que las previsiones son buenas para los meses de julio y de agosto. “Así como el año pasado, parece que la gente tiene necesidad de venir a espacios rodeados de naturaleza y precisamente, el territorio Irati-Orreaga ofrece muchas opciones para poder estar en un entorno natural sin agobios y lleno de tranquilidad”, aseguran desde la Asociación.

Eso sí, más allá de que los huéspedes pernocten, también esperan poder revitalizar el sector de restauración y comercios. “Confiamos en que también puedan trabajar los bares y restaurantes, que al final con tanto cambio de normativa, también han sufrido mucho”.