Han tardado unos días más que los miembros de su grupo de vacunación que repitieron AstraZeneca, pero después de esperar cerca de cuatro meses tras recibir la primera dosis -dos de ellos de incertidumbre sin saber con qué suero lo iban a hacer- esos días de más no han resultado muy complicados de llevar. Los primeros profesionales esenciales navarros en combinar AstraZeneca y Pfizer han recibido este jueves la inyección de esta última marca en Forem, finalizando así un periodo de incertidumbre e iniciando la sensación de alegría de estar ya inmunizados para volver cuanto antes a la vida prepandemia.

“Me caso el 11 de septiembre, y espero que sea lo más normal posible, porque casi toda mi familia ya está vacunada”, espera ilusionada Adriana Vaz, profesora de Educación Infantil. Esta docente argumenta su decisión en elegir Pfizer debido a que AstraZeneca “se ha portado fatal con los envíos y no se sabía si iba a haber dosis para todos”. “Está muy mal jugar con la vida de las personas”, acusa.

Todos los trabajadores esenciales que han elegido Pfizer han seguido la recomendación de Salud y Sanidad tras el informe CombivacS del Instituto Carlos III, que concluyó que combinar ambos sueros es “da una alta respuesta inmune y es seguro”.

Esa seguridad ha llevado al policía Sergio Domínguez a elegir Pfizer porque “la situación actual permite asumir menos riesgos y actualmente AstraZeneca tiene más”.

En el caso de Samuel Marín, estudiante de Trabajo Social que realizó las prácticas en el CHN, aunque “no tenía problema en elegir”, la recomendación vino por parte de su hermano y su madre, que estuvo enferma tras recibir AstraZeneca.

Los efectos secundarios también han llevado a Charo Landa, farmacéutica, a rechazar este suero. “Me fue muy mal: tuve efectos secundarios como sabañones, fiebre y vértigos”. Ahora, recuperada, mira al verano con optimismo: “me voy de vacaciones al sur y estar vacunada da más seguridad”.