Las cuatro federaciones de apymas de Navarra, que representan al 90% del alumnado, han exigido esta mañana en el Parlamento foral que todos los centros educativos puedan recuperar la jornada lectiva, partida o continua, que tenían antes de la pandemia ya que, en su opinión, "no existe ningún argumento sanitario" para no hacerlo. Asimismo, Herrikoa, Concapa, Sortzen y Britila han pedido al Departamento de Educación que las modificaciones que plantea el protocolo del próximo curso no se limiten al cambio en la jornada escolar sino que también incorpore otro tipo de adaptaciones o flexibilizaciones en función de la situación sanitaria. "Estamos a favor de que exista un protocolo pero los criterios de salud deben ser el fundamento de ese protocolo. Creemos que los centros educativos son algo más que un lugar de transmisión del conocimiento. Allí se crean las primeras relaciones entre iguales y son espacios para socializar, compartir e integrarse. Queremos que se encuentren frente a frente, y haya más interacción entre el alumnado. Nosotros, como adultos, estamos recuperando la normalidad pero con ellos parece que estamos intentando que no lo hagan", ha afirmado Marta Díez Napal, representante de Sortzen.

Las representantes de tres de las cuatro federaciones (la de Concapa no ha podido asistir) han participado esta mañana en una comisión parlamentaria de Educación para exponer su valoración y propuestas en relación al protocolo para el inicio del curso 2021-22 y la intención del Departamento de Educación de mantener la jornada continua. Estas federaciones han reconocido la decisión "exitosa" que adoptó el pasado verano el Departamento de Educación de apostar por la educación presencial y han afirmado que "la decisión no fue fácil y el éxito de este curso se ha dado gracias a todas las piezas que integran el sistema educativo, en especial a los héroes de esta pandemia, los niños y niñas". También han agradecido la decisión de Educación de mantener los refuerzos docentes y la reducción de ratios en Infantil de cara al próximo curso "ya que será beneficioso para el alumnado".

Estas federaciones, según ha señalado Noelia Echarri, de Herikoa, "siempre tuvimos claro que el curso 2020-21 tenía que ser presencial, ya que es sinónimo de calidad educativa y reduce las desigualdades sociales", pero ante las "incógnitas" que había sobre el comportamiento del covid en aulas y con los menores "entendimos que la modificación de la jornada escolar que aprobó el Departamento de Educación era una opción más que razonable". De esta forma se limitaban al mínimo el número de desplazamientos al aula, lo que podía reducir los contagios. "Había muchas incertidumbres y poca evidencia científica sobre cómo se comportaba el virus", ha reconocido Echarri, quien ha añadido que "siempre entendimos que esta medida impuesta por motivos sanitarios debería ser revertida cuando la situación sanitaria mejorara".

Durante el curso, estas federaciones de familias ha participado en el comité de expertos para la educación, si bien han criticado que varias de sus peticiones, como la situación absurda de que el alumnado de Infantil estuviera en clase sin mascarilla pero se la tuviera que poner en el patio a pesar de seguir con su grupo burbuja, "nunca se han llegado a materializar, a pesar del consenso". De cara al próximo curso, estas organizaciones han lamentado que "Educación nos planteó en una reunión a finales de abril que le hiciéramos llegar nuestras propuestas, pero en ningún momento nos trasladaron el borrador que estaban trabajando", y tras esa reunión "no hemos tenido interacción con el Departamento y fuimos conocedoras, al mismo tiempo que los medios de comunicación, del protocolo del nuevo curso que no recoge casi ninguna de nuestras propuestas".

En su opinión, el protocolo mantiene la jornada continua "y sólo plantea algunas flexibilizaciones relacionadas con la jornada y horario" en función del situación sanitaria. "Esta flexibilización sólo afecta en Infantil y Primaria, ya que en Secundaria tiene ya jornada continua, por lo que el resto del alumnado no vería reflejada esta flexibilización. Seguiría con las mismas medidas restrictivas pese a que parece razonable pensar que el escenario del próximo curso será más alentador que el actual", ha asegurado María García de Britila, que ha defendido la necesidad de que "nuestros hijos e hijas puedan tener un entorno seguro pero con medidas proporcionales, como ocurre con el resto de la sociedad".

Para estas federaciones, el protocolo "impone" una jornada continua que "nos impide conciliar" ya que sólo plantea la posibilidad de retomar la jornada que cada centro tuviera antes de la pandemia "lo que obligaría a las familias a modificar sus horarios en mitad del curso, algo que es una quimera".