iden Burua tiene quince años, vive en Estella y acaba de terminar cuarto de la ESO. “Soy una persona no binaria de género fluido por lo que cualquier pronombre está bien, aunque principalmente uso el o elle”, señala.

Cabe remarcar que el proceso de transición no solo afecta a la persona en sí, sino que también influye en toda la gente de su alrededor. En el caso de Aiden Burua, plantea su proceso de presentación de manera diferente según la persona con la que interactúa.

“Por un lado está mi familia, a la que por ahora les he dicho que no estoy cómode con los pronombres femeninos y que me gustaría cambiar de nombre, pero vamos poco a poco” explica. “Por otro lado están mis amistades más cercanas, a las que les he explicado todo y me tratan en masculino o neutro. Aun así, si a veces se confunden, y usan el femenino, no me molesta porque sé que lo hacen sin querer” aseguró. “Por último, están los conocidos lejanos y el resto de las personas nuevas que conozco. A todas ellas me presento directamente como Aiden” declara.

Cuando empezó a interesarse sobre el tema, Burua explica que sobre todo se informó por internet, y confesó que no tenía ninguna otra forma de documentarse, ya que “no nos dan ningún tipo de información sobre el tema, y en las charlas sobre sexualidad del instituto no se habla sobre género”.

Desde su punto de vista, aseguró que “sería de buena ayuda que empezaran a formar en el tema ya desde primaria, dando a conocer que existen muchas más posibilidades a parte del hombre o mujer”.

Según Aiden esa falta de información y el notable vacío en la enseñanza es la razón por la que la sociedad “aún no ha avanzado”, y critica que “aunque puede que sí se hayan dado algunos pequeños pasos a favor de la visibilización de las personas trans binarias, las personas trans no binarias estamos totalmente invisibilizadas”. Como parte de esa lucha, Aiden, junto a otras personas del colectivo de Estella, se embarcaron en un proyecto de visibilización en el pueblo durante el mes de junio a raíz de un incidente LGTBfobo que hizo saltar todas las alarmas. Otro ejemplo reciente tuvo lugar en febrero de este mismo año, en donde un niño trans de 11 años y vecino de Sarriguren fue víctima del odio por parte de un grupo de menores. Son casos recientes que demuestran que todavía queda camino por recorrer en la lucha por una igualdad real.

“El vacío en la enseñanza es la razón por la que la sociedad aún no ha avanzado”

Estudiante de cuarto de la ESO