- Con el paso de las semanas, los contagios en el grupo de edad de 15 a 29 años se va reduciendo para perjuicio de otras franjas de edad a las que o todavía no le ha llegado la vacunación o cuentan con unos porcentajes muy pequeños de inmunización.

En concreto, en una semana, las personas jóvenes de entre 15 y 29 han pasado de representar el 62% de las infecciones a hacerlo en un 46,5%. A pesar de continuar siendo el grupo mayoritario, la caída de más de 15 puntos porcentuales es importante, y refleja que, con el virus en plena circulación, el desplazamiento se está dando hacia otros grupos no protegidos, como es el de menores de 15 años, que pasa del 8% al 14,33% de infectados, así como al de adultos de 30 a 44 años, que de tener un 14% de incidencia ha pasado a tener un 18%. Aunque esta etapa sí que está inmersa en el proceso de inmunización y cuenta con un buen porcentaje de vacunados con pauta completa (52,5%, aunque de forma desigual: el 33% de 30 a 39 años y el 72% de 40 a 44 años), también está siendo afectada por casi 2 de cada 10 infecciones en la última semana.

La parte de la población que sigue demostrando que las vacunas, además de evitar en gran medida un colapso sanitario, también sirven de barrera contra la infección son los mayores de 44 años, quienes sí que cuentan con porcentajes de inmunización superiores a un 70%, encuadrados ya en la llamada inmunidad de rebaño.

En concreto, entre los 45 y 59 años ha habido un 11,5% de contagios; porcentaje que desciende al 6,83% en el grupo de 60 a 75 años y a un 2,83% en el de mayores de 75. Esta escasa incidencia en los grupos más vulnerables explica que esta quinta ola, en la que la propagación del virus parece mucho más veloz, no se esté traduciendo en cifras inasumibles que obliguen a tomar medidas más drásticas.