El director gerente del Complejo Hospitalario de Navarra, Alfredo Martínez, ha puesto de manifiesto que en estos momentos "estamos viendo más casos en las urgencias hospitalarias que los que vimos en la tercera y cuarta ola", un nivel de presión hospitalaria que "no es la de finales de julio del año pasado, sino de principios de septiembre".

"La gran preocupación es que no sea una onda similar a la tercera y cuarta, sino más similar a la segunda", ha remarcado Martínez, quien ha advertido, además, de que "ya no estamos hablando sólo de gente joven que ingresa con una recuperación rápida", sino que "cada vez estamos teniendo más personas mayores de 65 años que están ingresando sin vacunación, con vacunación parcial o algunos de ellos incluso vacunados".

Según ha señalado, "este nivel de presión que hasta ahora se ha centrado en el área de Pamplona, empieza a repercutir en Estella y Tudela". Y ha subrayado que "las altas no están pudiendo compensar el incremento de los ingresos", dado que "el incremento de edad y de la gravedad están prolongando las estancias en el hospital".

"El número de ingresos es similar al que teníamos a principios de septiembre en una situación radicalmente distinta", ha incidido el director gerente del CHN, quien ha explicado que "estamos por encima de la predicción que teníamos" en cuanto a hospitalización. "Estamos yendo a realidades más altas y rápidas. Tenemos un contingente con el que podemos asumir las predicciones, pero si se complican y tenemos que subir por encima tendrá unas repercusiones importantes en la actividad de los hospitales", ha alertado.

En cuanto a las UCI, ha explicado que "hemos pasado de ingresos prácticamente de uno cada dos o tres días, a días con dos, tres o cuatro". Y ha remarcado que "hemos llegado a tener a personas de 20-30 años ingresados con neumonías bilaterales". "Ha habido personas de 30 años en situaciones realmente complicadas. Hay gente mucho más joven de la esperable que está teniendo estos casos graves en estos momentos en el sistema hospitalario", ha detallado.

En este punto, ha señalado que "nuestra capacidad sanitaria es la que es, no estamos con las 109 camas que podríamos activar en los peores momentos de la pandemia, estamos con 72 camas activadas, pero activar las 109 camas supondría ocupar salas de endoscopias, volver a paralizar actividad quirúrgica para redirigir enfermería y suspender vacaciones de personal anestesista y de cuidado de UCI".

"El nivel y eficacia de vacunación no es discutible, pero en estos momento la interacción y contagiosidad está venciendo al ritmo de vacunación. El nivel de movilidad está siendo mayor que el que tuvimos el verano pasado lo que está haciendo que el número de personas contagiadas sea alta", ha aseverado.

Ha incidido así en que en estos momentos "nos preocupa la distribución geográfica, que esta no sea homogénea y pueda tensionar los hospitales por separado; la disposición por franjas de edad y la situación de personas con vacunación parcial o con factores de riesgo, como obesidad o las mujeres embarazadas".

Asimismo, el director gerente del CHN ha asegurado trabajan con el objetivo de "no llegar a traspasar dos líneas rojas, la necesidad de desprogramar actividad para liberar camas y la necesidad de tomar decisiones duras en la reorganización de la actividad del personal sanitario".

En esta línea, ha afirmado que a corto plazo no están contemplando dejar sin vacaciones al personal sanitario, sino "más bien acudir a desprogramaciones selectivas de actividad sin impacto en la salud". Y ha apelado a toda la sociedad a que con las medidas de prevención adoptadas "hagamos que esta curva se doblegue lo antes posible antes de tener impactos más significativos".