- Lejos quedan ya los tiempos -seis meses atrás- en los que las vacunas llegaban como los víveres en época de entreguerras. Del conteo de dosis para que no se desperdiciara ni lo mínimo se ha llegado ahora a una situación de superávit de sueros. Ahora, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) busca por todos los medios vacunar a todo aquel susceptible de hacerlo y que todavía, por variedad de casuísticas, o no ha querido hacerlo o no ha podido. Se trata de una cifra en torno a los 68.000 navarros que se encuentran dentro de la población vacunable, todos aquellos mayores de 12 años. Los responsables sanitarios consideran que la situación de vacunación se encuentra inmersa en un punto decisivo para obtener la inmunidad de grupo y poder afrontar una nueva etapa de normalidad.

Pero repescar a los todavía pendientes cuesta horrores. A ello se dedican en turnos de mañana y tarde, desde las 7.45 a las 22.20 horas, hasta 14 telefonistas por turno que hacen la citación activa. Realizan hasta 5.000 llamadas en un día. El esfuerzo es ingente para tratar de localizar a estas personas y ofrecerles una vacunación a la carta. Solo queda que les inyecten el suero en casa, porque las facilidades son máximas para quien tenga todavía pendiente inocularse. El pasado viernes se dedicaban a rastrear a aquellas personas dadas de alta en Osasunbidea pero que constaban en ficheros que se podían encontrar fuera de Navarra o que habitualmente residen en otro punto y solo habían venido a la Comunidad Foral de modo puntual. El jueves habían tratado de citar a aquellas personas que habían superado el coronavirus hace más de dos meses y que, por tanto, ya podían ser inmunizados según los nuevos protocolos aprobados por el Ministerio de Sanidad.

La homérica obra de repesca sanitaria persigue no dejar a nadie atrás. Por ahora, los profesionales que trabajan en citación activa han conseguido que un 2,2% (12.800 personas) ya hayan sido citadas para recibir la primera dosis en las próximas fechas. La brecha que queda ahora por situar dentro de la estrategia de vacunación son aquellos que se han negado de manera tajante a la vacuna (3,6%, 21.000 personas en su mayoría que se niegan a vacunarse o tienen algún tipo de temor). Además, están quienes se encuentran clasificados en seguimiento (un 2,2%, 12.800 personas), que son personas ingresadas o con operación prevista, con tratamientos, mujeres embarazadas o gente que ha pasado la Covid; también están los que no han respondido a las llamadas y se sigue intentando contactar con ellos (2%); restan aquellos a los que se les telefonea desde su Zona Básica de Salud ya que no se había podido establecer contacto con ellos a través del call center y ya se les había llamado tres veces (3%) y hay personas que están pendientes de contacto (0,9%).

Según los responsables sanitarios a cargo de la vacunación, en el rechazo a las vacunas no se aprecian en general diferencias geográficas significativas por las que se pueda extraer alguna conclusión, sin embargo sí que se aprecian pequeñas diferencias a la hora de responder ante las citaciones entre las distintas franjas de edad. Así, el rechazo es ligeramente superior a la media entre las franjas de edad de 30 a 39 años y de 40 a 49 años mientras que descienden las negativas en los grupos de edad superiores.

Lo que queda. Sobre el total de la población vacunable (unas 581.000 personas), el 86,1% está vacunado con al menos una dosis.

En el 13,9% restante, las situaciones vacunales son las siguientes:

El 2,2% ha sido ya citado para recibir la primera dosis.

Las negativas son el 3,6%.

2,2% situación de seguimiento.

Un 2% no ha respondido la llamada para ser citado, pero se sigue intentado contactar.

Un 3% son personas con las que no ha sido posible contactar y su zona básica trata de localizarles.

Un 0,9% pendientes.