- Teodoro Vergara, agricultor y ganadero de Falces, perdió toda su cosecha en las inundaciones provocadas por la crecida del Arga. 25.000 metros cuadrados de invernaderos echados a perder. "Es un desastre. Me ha cogido toda la cosecha, todo lo que teníamos de invierno. Nada se puede aprovechar ya, porque se ha quedado todo embarrado y no sirve para comercializar", explica Teodoro, que apunta que es "difícil" calcular las pérdidas que supone. "A ver como se porta el seguro. Entre los seguros y las ayudas que pueda haber por ahí veremos como salimos adelante, pero es que hemos perdido todo", dice resignado.

Explica que nunca había sufrido nada ni remotamente parecido y asegura que esta riada ha sido "histórica": "Hace muchos años hubo otra riada que fue exagerada de grande, pero nos entró muy poco. Lo de esta vez no lo había visto nunca. Tiene que haber batido todos los récords".

Además de agricultor, Teodoro es ganadero de reses bravas. Todos sus cultivos se echaron a perder en la inundación, pero por suerte no tuvo que lamentar la pérdida de ninguna de sus 166 vacas, a pesar de que, al confiar en las previsiones, que decían que la crecida sería más leve, no las sacó de sus rediles. Por ello, tuvo que seguir con "mucha preocupación" la situación de las reses durante la noche de la crecida: "Las previsiones eran otras. Si hubiera sabido lo que venía las habría sacado. Ver a todos los animales ahí dentro... Te ves que, después del trabajo de muchos años, en una noche te quedas sin nada y es muy triste. También es una sensación de mucha impotencia, porque ves que no puedes hacer nada", manifiesta.

La zona inundada es esencialmente plana y en este momento no está conectada con el río, lo que dificulta la evacuación del agua que hay acumulada, retrasando la vuelta a la normalidad en la zona. "Para cuando se vaya esto... Seguro que hasta que se vaya el agua pasarán bastantes días. Si no llueve y si hay viento se secará antes, pero ahora dependemos mucho del tiempo".