- La marea de solidaridad no ha cesado a lo largo de todo el fin de semana en Burlada y Villava/Atarrabia, localidades cuyos mayores no habían conocida una riada de esta magnitud en toda su vida. Si el sábado fueron más de 150 voluntarios los que eligieron el buzo, las botas, los guantes, las escobas y espátulas para limpiar diferentes locales municipales anegados por el agua como la escuela de música y el parque Uranga, ayer domingo otras 80 personas dedicaron toda la mañana a limpiar las instalaciones deportivas del Soto donde el agua alcanzó más de tres metros de altura. El día anterior a la crecida se trasladaron desde el Ayuntamiento parte de los equipos técnicos situados en planta baja ante una previsión de 350 m3 de crecida de caudal por segundo no de 500 m3 que es lo que ocurrió. El agua nunca había llegado en ninguna riada hasta el techo del primer piso, admite la edil Berta Arizkun. La crecida ha anegado despachos, duchas, cocinas, piscina cubierta...

También desde la plataforma Gora Burlata se ha continuado estos días con los trabajos de desescombro en el palacete, desmontando paredes de pladur, techos y luminarias. Iker Moreno destacaba ayer el entusiasmo y solidaridad con la que se ha volcado la gente que ha venido desde Iruña, Mendillorri, Txantrea o Rochapea y “que nos ha servido para hacer comunidad”. “Ha sido una experiencia muy bonita entre un panorama tan desolador”, admitía. “Y todavía queda mucho trabajo por delante, hay muchas zonas intransitables por el agua en locales y garajes, y habrá que esperar a que se vacíen de agua. Para muchos quedan meses por delante”, resaltaba la concejala Berta Arizkun, quien destacaba que la situación más delicada la han vivido los vecinos de la calle del Soto.

Durante toda la mañana de ayer, también en auzolan trabajaban en partidas de voluntarios diferentes jóvenes solapándose en las tareas de limpieza de la peña Euskal Herria y en el zafarrancho que se había montado en la frutería situada entre la calle San Francisco y Ezpondoa. El encargado del establecimiento, Morad, agradecía a los voluntarios el apoyo recibido durante estos dos duros días. “Hemos conseguido lavar y limpiar mucho género, otros productos ha habido que tirarlos pero espero poder abrir mañana (por hoy lunes), a pesar de todo”, resaltaba Morad esperanzado.