Las distintas riadas e inundaciones que ha sufrido la Comunidad Foral a lo largo de las últimas décadas no habían alcanzado el efecto devastador de las últimas crecidas del Arga, afluentes y de la cuenca del Bidasoa. Para hacerse a la idea, en este episodio actual se calcula que se van a superar los 4.000 siniestros notificados y que habrá que desembolsar más de 40 millones de euros, unas cifras que quedan muy por encima de otros acontecimientos recientes, como las inundaciones de junio de 2013 en las que el consorcio gestionó 1.500 solicitudes y pagó 15,5 millones, sobre todo en la Comarca de Pamplona con especial afección en Villava y Burlada. En julio de 2019, en la riada del Cidacos en la que anegó la Zona Media, el Consorcio gestionó 2.000 siniestros con un coste que alcanzó 26 millones de euros. "En este caso estamos ya en el doble de los siniestros y reclamaciones anteriores. Sin duda la afección de esta riada es enorme", recordaba ayer Alejandro Izúzquiza.