- Decididamente, los antivacunas y negacionistas europeos habían señalado este fin de semana en rojo en el calendario. Después de las miles de personas reunidas en la capital vizcaína el sábado a la tarde contra el pasaporte covid y la vacunación infantil, ayer le tocó el turno a otras ciudades del Estado español como Sevilla o Barcelona. Así, personas procedentes de toda Andalucía se concentraron ayer en Sevilla en repulsa del pasaporte covid y "la dictadura sanitaria" bajo el lema Basta ya y Todos nos sobran.

El presidente de la Asociación de Pymes y Autónomos de Tomares (Sevilla), Faustino Rodríguez, en su cuenta personal de Twitter ha indicado que la concentración ocupaba "casi la totalidad de la ronda de Torneo" de la capital hispalense reivindicando "por la libertad".

Docenas de asociaciones y colectivos se manifestaron contra lo que denominaron el régimen corrupto", la "dictadura sanitaria", el pasaporte de vacunas y la vacunación infantil.

Asimismo, unas 1.100 personas, según la Guardia Urbana, se movilizaron ayer por el centro de Barcelona en contra de la vacunación para combatir el covid-19 y de lo que consideran es una "dictadura sanitaria".

Los manifestantes, que se concentraron en los Jardinets de Gràcia y han bajado por Paseo de Gracia, portaban en la cabecera una pancarta en la que se podía leer No es una pandemia, es una dictadura.

Además, en otros carteles rezaban lemas como "Una dosis, dos dosis, trombosis" o "Paremos la inoculación experimental infantil". La convocatoria se realizó también en otras ciudades del mundo con el lema "Manifestación mundial por la libertad 6.0" y "Juntos, somos libres".

La protesta se realizó unas horas después de que, el sábado por la tarde, unas 800 personas se manifestaran en la capital catalana contra el certificado covid y la obligatoriedad de exhibirlo en determinados locales.

También en Bruselas, se echaron a la calle contra contra las restricciones sanitarias adoptadas por la pandemia, en una manifestación en la que que participaron 50.000 personas. Las protestas concluyeron con disturbios y escenas de violencia. Organizada por asociaciones como Manifestación Mundial por la Libertad y Europeos Unidos por la Libertad, se había convocado a los manifestantes a las 11.00 horas en la Estación del Norte de la capital belga para iniciar la marcha una hora más tarde hasta el Parque del Cincuentenario, donde se pronunciaban discursos de oradores locales e internacionales.

Algunos de los asistentes lanzaron proyectiles a la policía, que recurrió a los cañones de agua y al gas lacrimógeno. Según la agencia de noticias Belga, algunos vehículos y edificios también sufrieron daños, mientras que el diario Le Soir publicó imágenes de la sede del Servicio Europeo de Acción Exterior, encargada de la diplomacia de la UE, con cristales rotos.

"Es increíble, la afluencia. Pero tengo un doble sentimiento al respecto. Por un lado, estoy feliz de ver tanta gente reunida. Por otro lado, estoy descontento porque esta gente está aquí porque no son escuchados. Hay un gran problema democrático", dijo a Belga el presidente de Europeos Unidos por la Libertad, Tom Meert.

Libertades fundamentales. Para los convocantes, "la propagación del covid-19, la saturación de los hospitales y las muertes no justifican la derogación de las libertades fundamentales garantizadas por la democracia".

Falta de debate. "La peor enfermedad importada de China no ha sido el virus, sino el totalitarismo, afirman, criticando "la falta de debate previo a las decisiones que toman los gobiernos con el asesoramiento científico".

China. Al frente de estos movimientos, el líder de Vox, Santiago Abascal, que insistió ayer en que los gobiernos "den marcha atrás" en medidas como el pasaporte covid. Con el hashtag "no al pasaporte apartheid", afeó que los gobiernos que toman estas medidas son los "mismos" que "siguen abriendo las puertas a China, de donde se escapó el virus y donde no se permite ni a la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudiar su origen". "Es urgente que los gobiernos, de todos los signos, den marcha atrás en medidas que en nada han ayudado a luchar contra la enfermedad y que suponen un grave quebranto de los derechos de los derechos y libertades fundamentales", aboga Abascal en Twitter.