Josu Reparaz reconoce que el reto de la federación es visualizar el mundo en el que va a vivir el escolar que llega a la ikastola y darle aprendizajes "no solo verdaderos sino útiles"

¿Cómo afrontan la campaña de prematrícula en Infantil y Primaria?

-Los datos de natalidad son similares a los del año pasado, pero si se analizan en profundidad sí que se observan diferencias. En la zona de Sangüesa y Lumbier y Tierra Estella se dan bajadas impresionantes mientras que en Iruñerria hay estabilidad. Afrontamos la campaña con el intento de corresponder a la confianza que depositan las familias en nuestros centros ofreciendo una educación que, cumpliendo con la legalidad, plantea una oferta distinta con proyectos diferenciadores y un modelo cooperativo solvente.

¿Temen perder algún concierto ante la bajada de la natalidad de los últimos años?

-En general creo que mantendremos los conciertos aunque podría ser que en alguna ikastola, donde los números son muy justos, pueda haber algún reagrupamiento. Los análisis de la matrícula hay que analizarlos por zona porque por ejemplo a veces a nivel absoluto vemos que se han inscritos 6 o 7 niños pero luego representan el 80% de los nacidos en la zona. Además, algunas administraciones educativas de otras comunidades ya se están planteando una flexibilización en las ratios ante la bajada de la natalidad.

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¿Cuáles son los elementos diferenciadores de las ikastolas?

-El primero es que somos cooperativas de padres y madres asociadas en una organización a nivel de Navarra y que pertenecemos a una cooperativa europea con 112 ikastolas de Euskal Herria. Esto nos permite implementar proyectos con rigor que cuentan con el aval de importantes grupos de investigación educativa y el asesoramiento de reconocidos expertos. Son proyectos de largo recorrido, que no responden a modas pasajeras. Es el caso de hIZAN, KiVa, los planes de convivencia o el de Inteligencia Artificial. Además, contamos con grupos de profesionales que diseñan los materiales didácticos específicos que son propios y diferenciadores. Además tenemos plantillas de profesorado estables y que garantizan la viabilidad de los proyectos. También tenemos un plan de formación del profesorado muy ambicioso. En el caso del proyecto hIZAN no sólo hemos tenido que derribar muros a nivel arquitectónico sino también otros muros que estaban en las mentes de los docentes. Han tenido que desaprender cosas y asumir nuevos roles poniendo siempre la mirada en el niño como centro de su quehacer.

El modelo D público llegó hace un lustro a varias localidades de la zona denominada no vascófona. ¿Cómo ha sido la competencia?

-En estos años, el modelo D no ha tenido subidas espectaculares en ninguna de las redes y salvo alguna oscilación hacía un lado u otro, ambas hemos mantenido nuestro espacio. Muchas familias más allá del modelo en euskera eligen las ikastolas por su identidad cooperativa, sus proyectos innovadores, su experiencia en educación multilingüe o la educación en valores.

¿Cuáles son los retos de futuro?

-El principal reto a nivel estratégico es que tenemos que visualizar el mundo en el que van a vivir los y las escolares que comienzan su aventura en las ikastolas, un mundo más globalizado, más tecnologizado, y prepararles para ese mundo. Las ikastolas fuimos las primeras que comenzamos con la educación por competencias y pusimos al alumnado a trabajar en contextos nuevos donde debía utilizar los contenidos y procedimientos adquiridos en las materias de modo descontextualizado, haciendo que lo aprendido no solo es verdadero sino útil.