Los municipios más afectados por las riadas del mes de diciembre en Navarra Navarra no terminan de recuperar la normalidad, dos meses después, ya que el campo quedó anegado y, en muchos casos, no se han podido arreglar los diques o las motas de los ríos, lo que da pie a nuevas inundaciones.

La alcaldesa de Burlada, Ana Góngora, la de Buñuel, Mayte Espinosa, y el primer edil de Funes, Ignacio Domínguez, han hablado con Efe de la situación en la que se encuentran sus municipios tras las inundaciones, que en el caso de Buñuel se repitieron el 12 de enero.

Así lo cuenta Espinosa, quien explica que "fueron riadas muy comunes de las que de normal ni nos enteramos", pero al estar los diques del río reventados, "hubo casas a las que el agua volvió a entrar y también lo hizo en el campo".

Los agricultores son los más perjudicados en este caso, donde las viviendas han recuperado la normalidad, a pesar de volver a verse con agua, pero no lo ha hecho así el campo, donde la cosecha se perdió. "Aquí vivimos de la agricultura y el impacto ha sido grande", asegura la alcaldesa de Buñuel.

En esta situación, el Ayuntamiento teme que con la llegada de la primavera y el deshielo puedan volver a verse afectados, aunque la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha hecho una reparación de emergencia para poder salvar esa situación, ya que para arreglar los diques es necesario que baje el nivel del agua y el entorno sea más seco.

Buñuel no ha tenido que modificar su plan de prevención y actuación ante estos casos, ya que "el problema no fue la falta de previsión". "Nosotros siempre estamos en contacto con el alcalde de Castejón, que nos dice cómo baja el río. Diez horas después, llega a Buñuel", añade.

En Buñuel fueron 65 las personas desalojadas en la riada de diciembre tras romperse la mota que protegía sus viviendas, pero no fue necesario evacuar a los inquilinos de la residencia de personas mayores, situada en la zona.

Muchas personas fueron a casa de familiares o conocidos, pero quienes se iban a quedar en la calle fueron realojados en el hostal del pueblo por el Ayuntamiento hasta que pudieron volver a sus casas.

Burlada ha cuantificado en 4 millones de euros los daños producidos por la riada de diciembre, únicamente teniendo en cuenta las instalaciones que dependen del Consistorio, como el conservatorio, el archivo o las piscinas.

En Burlada, muchas de cuyas calles quedaron convertidas en ríos de más de medio metro de altura, el agua provocó el derrumbe del suelo del bajo de viviendas en la calle Santa Bárbara, en las que todavía son visibles los desperfectos causados por la inundación, pero la alcaldesa hace hincapié en que "hay que aprender a convivir con el río".

En este sentido, el Ayuntamiento ha comenzado a tomar medidas para evitar que una riada de ese calibre sorprenda de nuevo: "Cuando el río se sale, poco podemos hacer, lo que sí está en nuestra mano es prepararnos para ello. Ahora el plan lo hemos revisado, lo hemos publicado para los vecinos y queremos normalizar el saber cómo actuar", afirma la alcaldesa.

El Consistorio además ha contratado a una persona externa para estudiar qué ocurrió, de qué manera habría que limpiar el río, analizar cuáles son los puntos débiles de la localidad y evitar así que vuelva a ocurrir.

Las actuaciones, según Góngora, deberían ser conjuntas entre Burlada, Villava y Huarte, ya que las tres localidades sufrieron daños considerables en las riadas de diciembre. Hasta el momento, el Ayuntamiento ha solicitado subvenciones para las actuaciones en el río, las cuales no se han podido hacer todavía porque exigen maquinaria pesada y la colaboración de la CHE.

Con la CHE y Gobierno de Navarra se reunirá durante este mes el alcalde de Funes, Ignacio Domínguez, quien ya ha solicitado ayudas para reparar varias calles que se han quedado dañadas por la riada de hace dos meses.

Domínguez explica que en una semana se logró limpiar la vía pública gracias a la colaboración de los vecinos y que "luego empezamos con las zonas que pertenecen al Ayuntamiento".

"La inversión necesaria para hacer frente a los daños ocasionados por las riadas es mayor a la que puede hacer frente el Ayuntamiento y estamos esperando a que lleguen las ayudas", señala.

En cuanto al plan de inundaciones del Consistorio, Domínguez explica que "tenemos sensores que detectan el nivel del agua en el cauce del río, pero, en esta ocasión, el agua que llegó iba por fuera del cauce".

En Pamplona, este miércoles, el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, explicó que el Ayuntamiento se está reuniendo con las comunidades de vecinos afectadas por las riadas de diciembre para cuantificar los daños y poder ofrecer ayudas.

También se está trabajando en mejorar el protocolo de prevención en cuanto al tiempo que se tarda en avisar a los vecinos de que el río se va a salir. "Hemos incluido en los avisos a los vecinos del Casco Viejo y de la Rochapea que tenían tarjetas de residentes, pero nos hemos dado cuenta de que muchos tienen garaje y no estaban incluidos", señalaba Labairu.

Por lo tanto, el Consistorio ha decidido contactar directamente con las comunidades de vecinos para que de esta forma llegue la información sobre el estado del río a todos los bloques de viviendas.

"No vamos a evitar las inundaciones, pero sí que vamos a tratar de minimizar los daños en la zonas más susceptibles como son Rochapea, Txantrea y San Jorge", añadía.

Gobierno y CHE trabajan en el mantenimiento de ríos

El Gobierno de Navarra y la Confederación Hidrográfica del Ebro trabajan para reparar los ríos desbordados en el mes de diciembre y para evitar que vuelvan a producirse los daños ocurridos a causa de las inundaciones.

Los trabajos previos al inicio de las reparaciones, que se iniciaron inmediatamente después de las inundaciones de diciembre, se realizaron en coordinación entre la CHE y el Departamento de Desarrollo Rural, que trabajaron de manera conjunta para agilizar al máximo el comienzo de las obras de corrección de los desperfectos ocasionados por las riadas y que, de momento, tenían un coste cercano a los 5 millones de euros, solamente en reparación de motas.

Estas primeras actuaciones se hicieron de manera urgente y provisional para reponer las infraestructuras defensivas en el cauce y evitar que una nueva riada alcance el núcleo urbano.

Desde la Dirección General de Agricultura, encargada de la inspección, evaluación de los daños y programación de las reparaciones de emergencia, se trasladó a la CHE una valoración provisional de afecciones y una priorización de las reparaciones de emergencia que incluía las actuaciones necesarias para evitar nuevas inundaciones en núcleos urbanos.

Además, se trasladó también la necesidad de abordar de manera inminente actuaciones para evitar afecciones a nudos de comunicación y roturas que afectaban al abastecimiento y distintos servicios como la depuradora de aguas residuales de Tudela o la mota del canal de Tauste.

Ya antes de las inundaciones de diciembre, la CHE desde 2018 había invertido 5,2 millones de euros para recuperar el espacio y mejorar la dinámica fluvial en Navarra y ahora se encuentran en ejecución otros 5,4 millones dentro del proyecto Ebro Resilience, que supondrá una inversión total en la Comunidad Foral de 36 millones.

Este plan tiene como objetivo mejorar el sistema de predicciones del comportamiento del Ebro para poder prevenir inundaciones y realizar adaptaciones en el terreno para minimizar los daños al máximo.

Este proyecto se engloba en el nuevo Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de la Demarcación del Ebro, que se encuentra en el último trámite antes de su aprobación definitiva.

Este documento, cuya redacción y tramitación es llevada a cabo por la Confederación Hidrográfica del Ebro, supone la mejora y ampliación del anterior Plan y completa el 2º Ciclo de Planificación del Riesgo de Inundación en cumplimiento de la Directiva Europea de Inundaciones.

En él se definen medidas tanto continuadas como puntuales, por valor de 300 millones de euros, a concretar hasta el 2027, que responden en su mayoría a la recuperación del espacio fluvial aunque se incluyen también soluciones estructurales allí donde son necesarias, especialmente para la defensa de cascos urbanos.

La ministra Teresa Ribera expresó ante los medios de comunicación en diciembre la necesidad de reparar las motas de protección "antes de que llegue la primavera y se produzca el deshielo de los ríos".

El Gobierno de Navarra trabaja en coordinación con las entidades locales y la CHE en la elaboración de planes municipales y de autoprotección frente a inundaciones, de los que ya disponen 43 localidades, y otros instrumentos de prevención, de predicción, así como de planificación del despliegue de los recursos.

Este mes de febrero está previsto que los municipios de la Ribera en su conjunto se reúnan con el Gobierno de Navarra y la CHE para trabajar en planes de prevención además de concretar la forma en la que llegarán las ayudas a cada localidad. Los municipios del norte de Navarra tendrán también sus encuentros con el Ejecutivo.

Desde Ecologistas en Acción aseguran en un comunicado que "las administraciones deberían escuchar más a la comunidad científica que nos viene alertando desde hace mucho tiempo que los dragados y limpiezas no son la solución y que no mejoran las consecuencias en caso de inundación".

Critican que "a este mantra negacionista, al que de manera recurrente acuden desde los grupos de la derecha política, se ha sumado también la expresidenta del Gobierno de Navarra Uxue Barkos, quien de forma maquillada ha pedido limpiar los ríos".

Las inundaciones de diciembre, cifras récord para un evento histórico

Las inundaciones de los pasados 10 y 11 de diciembre de 2021 dejaron para las estadísticas algunas cifras de récord en Navarra, tanto en la cantidad de precipitación registrada como la superficie afectada y los daños cuantificados.

Estas son algunas cifras de las inundaciones de diciembre en la Comunidad Foral:

2 personas fallecieron a consecuencia de las inundaciones, una mujer de 49 años en Sunbilla al derrumbarse por un corrimiento de tierras un cobertizo y un vecino de Elizondo de 61 años cuyo vehículo cayó al río Aragón.

90 l/m2 de precipitación cayó en la mitad norte de Navarra el jueves 9 de diciembre, la cifra más alta en 40 años.

200 l/m2 se registró en el Pirineo y la vertiente cantábrica los días 9 y 10 de diciembre y se llegó a los 250 en algunos puntos.

590,3 l/m2 cayeron en Santesteban del 23 de noviembre al 11 de diciembre. En Eugi fueron 562,7, en Abaurrea Alta 477, en Pamplona 334,4, y en Tudela 57,2 l/m2.

2.500-3.000 m3/s fue la previsión de pico de crecida de la Confederación Hidrográfica del Ebro para el río Ebro.

2.500 m3/s fue el pico máximo en Castejón y 2.709 en Tudela (6,18 metros de altura).

1 metro llegó a alcanzar el nivel del agua en algunas calles de Tudela.

125 m3/s de agua entraban de media en el embalse de Eugi el día 10, de los que desembalsaba solo 80, ayudando a laminar la avenida del Arga.

16 % aumentaron los embalses por las lluvias de diciembre, del 65 al 81 %.

133 municipios navarros se vieron afectados.

12.000 hectáreas resultaron anegadas, según cálculos del Gobierno de Navarra.

1,73 hectáreas de invernaderos fueron inundadas, así como 9,95 hectáreas de huertas, 91 de frutales y 36 de viñedos.

57.000 metros cuadrados de fincas de INTIA también se vieron afectadas (parcelas con cultivos hortícolas y cereales y otras con ensayos de riego).

151 residentes de El Vergel fueron realojados por estar sin calefacción ni teléfono y 41 de la residencia San Miguel de Funes.

65 personas fueron desalojadas en Buñuel de un grupo de viviendas

90 desalojos hizo la Cruz Roja en San Adrián.

250 vehículos fueron retirados por la Policía Municipal en Pamplona.

74 intervenciones hizo la Policía Foral ese fin de semana por las inundaciones.

2.600 hogares se vieron afectados por cortes en el sumninistro de Iberdrola, sobre todo en el barrio de la Rochapea de Pamplona.

3 millones de euros es el coste de los daños en la Montaña y el Pirineo.

8 millones de euros en daños produjeron los desbordamientos de los ríos Arga, Ega y Ebro.

3,8 millones en daños se produjeron en las motas en 12 localidades.

450.000 euros es el valor de los daños en Pamplona según cálculos del Ayuntamiento (250.000 de ellos corresponden a daños en las zonas verdes y áreas de uso público).

68 millones de euros calcula el Consorcio de Compensación de Seguros que es el coste total de los daños en Navarra.

5.696 reclamaciones de Navarra ha recibido este organismo, que ha atendido ya 1.004.

3.735.000 euros ha abonado ya el CCS en Navarra.

2.900 hectáreas de cultivo aseguradas se vieron afectadas según Agroseguro

3 millones de euros es el coste de los daños en esos cultivos.

43 localidades navarras tienen planes municipales y de autoprotección frente a inundaciones.

Agricultores lamentan el retraso en el pago de ayudas

Los agricultores navarros lamentan que, dos meses después de las graves inundaciones, las ayudas públicas a los afectados todavía no hayan llegado, mientras continúa la recogida de solicitudes para el pago de indemnizaciones por parte de los seguros.

Las inundaciones afectaron en Navarra a un total de 113 municipios y a más de 10.000 hectáreas, según cálculos del Gobierno Foral, aunque desde el sindicato agrario UAGN elevan esa cifra hasta las 15.000.

Las lluvias torrenciales producidas por la borrasca Barra provocaron daños cuantificados en 3 millones de euros en la Montaña y Pirineo navarro y de unos 8 millones en el centro y sur de la comunidad por el desbordamiento de los ríos Arga, Ega y Ebro.

Para paliar los afectos de las inundaciones, el Gobierno de Navarra aprobó mediante Orden Foral la relación de los 133 municipios afectados por el temporal, que serán los que podrán recibir las ayudas que habilite el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, así como las exenciones en el pago de la contribución territorial, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto de Construcciones.

Así, se lanzarán ayudas para la reparación de daños producidos en infraestructuras de entidades locales, comunidades de regantes y explotaciones, así como por pérdida de renta para aquellas parcelas en las que sea imposible cultivar. La convocatoria de ayudas no está abierta todavía.

"Llevamos dos meses de retraso, y esto no puede ser", ha afirmado al respecto el presidente de la UAGN, Félix Bariain, quien ha apuntado que, "si el desborde de los ríos es algo reiterativo y cada dos o tres años ocurre, la metodología de las ayudas debería estar ya más que mecanizada, es decir, que cuando ocurre una inundación prácticamente a la semana siguiente deberían sacar las ayudas; no tiene sentido esperar dos meses, porque luego hay que tramitarlas".

Tras resaltar que "las inundaciones fueron en diciembre, cuando toda la verdura de invierno estaba en el campo", Bariain ha señalado que "el agricultor no va a tener los ingresos de esa verdura y tiene que hacer frente a los gastos de ese cultivo, pero las ayudas, si salen en febrero, para cuando se tramiten y se cobren nos vamos a ir a varios meses".

En el sindicato, ha declarado, "hemos visto gente desesperadísima con este tema, porque de lo que no se da cuenta la Administración con esa lentitud a la hora de sacar las ayudas es que los ciudadanos de a pie siguen viviendo y tienen que pagar las letras de la maquinaria, de los costes de cultivo, la universidad del hijo, los alquileres, y esto es lo que no puede ser".

Desde el Departamento han explicado a Efe que, desde que se produjeron las inundaciones, se ha trabajado en tres vías: tareas de inspección sobre el terreno; evaluación de daños por las inundaciones de la Ribera y por las lluvias torrenciales de la zona de Pirineos y Montaña; y el diseño de las líneas de ayudas.

El Departamento tiene ya prácticamente diseñadas las ayudas y está a la espera de consignación presupuestaria y de conocer cuál va a ser la parte asumida por el Estado.

En ese sentido, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado 20 millones de euros en ayudas de emergencia por las inundaciones en la cuenca del Ebro. Se trabaja ya en una primera fase de actuaciones urgentes, con una inversión de 10 millones de euros. No se trata de ayudas destinadas directamente a los agricultores ni a los ayuntamientos.

También el Ayuntamiento de Pamplona está trabajando en la elaboración de una convocatoria de ayudas con carácter plurianual para adecuar los edificios de las zonas inundables de la ciudad ante posibles nuevas avenidas, de forma que se puedan evitar o minimizar los daños ocasionados por el agua. El presupuesto total, aún sin concretar, dependerá de las necesidades detectadas en las comunidades de vecinos y del consiguiente acuerdo presupuestario, pero superaría el importe de convocatorias anteriores

Además de las ayudas públicas, los daños sufridos por los agricultores serán indemnizados por los seguros. En general, los fallecimientos o lesiones en personas con seguro de vida y accidente causados por las inundaciones, así como los daños materiales, son indemnizados por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), mientras que los daños en cosechas, arbolado y cabañas ganaderas aseguradas son indemnizados por Agroseguro.

Según datos del CCS, el desbordamiento de los ríos provocó daños por importe de 68 millones de euros en Navarra.

El CCS ha recibido de Navarra 5.696 reclamaciones de indemnización, por un valor global de 52,8 millones de euros, de los que 3.735.000 ya han sido abonados mediante transferencia bancaria. El Consorcio ha gestionado 1.004 reclamaciones, el 17,6 % de las recibidas en Navarra.

Son reclamaciones por daños en viviendas y comunidades de propietarios, vehículos automóviles, comercios, almacenes y otros inmuebles de carácter no industrial, locales de oficina, industrias y obras civiles.

Por su parte, Agroseguro ha recibido de Navarra en estos meses 389 partes de siniestro por inundación de agricultores asegurados, prácticamente todos procedentes de los días 10 y 11.

La superficie siniestrada total es de algo más de 2.900 hectáreas de cultivos. De ellas, 1.226 hectáreas son cereales de invierno y primavera y 337, de cultivos forrajeros, principalmente de alfalfa.

Respecto a las hortalizas, los partes de siniestros reflejan 660 hectáreas siniestradas de brócoli, 434 de coliflor y 172 de haba verde. El resto hasta completar el total son parcelas aseguradas de alcachofa, cardo, espárrago y ajo; legumbres y maíz; frutales (manzana, melocotón y pera); y viñedo.

La estimación de daños de Agroseguro en Navarra asciende a unos 3 millones de euros. En aquellos casos donde se haya perdido toda la cosecha, se abonará próximamente. El plazo medio de abono de indemnizaciones durante el año 2021 se situó en 30 días una vez se ha cerrado la tasación definitiva.