Los neurólogos reunidos en 'Cefabox. Reunión de actualización en migraña crónica y otras cefaleas', organizado por Allergan, de Abbvie, han alertado de la actual situación de infradiagnóstico de la migraña, que puede tardar hasta siete años en detectarse.

Según el doctor Pablo Irimia, profesor de Neurología de la Universidad de Navarra y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología y uno de los coordinadores de este encuentro, esta situación empeora a la hora de que los pacientes alcancen una consulta especializada con el neurólogo, puesto que pueden pasar hasta 14 años desde las primeras crisis de migraña hasta llegar a este especialista.

Por otro lado, tal y como recuerdan los expertos, diversos estudios han demostrado que los pacientes con migraña que acuden por primera vez a la consulta de atención especializada de Neurología, en el 80 por ciento de los casos son del sexo femenino y el 66 por ciento tiene antecedentes familiares de migraña.

EL SEXO Y LOS ANTECEDENTES FAMILIARES, ENTRE LOS CRITERIOS DE DERIVACIÓN

Ante este marco, los expertos consideran clave tener en cuenta la valoración de sexo y los antecedentes familiares como parte de los criterios de derivación a Neurología de un paciente con dolores de cabeza incapacitantes.

Así lo explica la doctora Marta Torres-Ferrús, neuróloga de la Unidad de Cefalea del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona), quien afirma que "el paciente con migraña debe sortear múltiples barreras hasta acceder a un profesional que realice una correcta evaluación y tratamiento.

"Estas barreras van desde el número limitado de unidades y profesionales especializados en comparación con otras patologías neurológicas, la infravaloración de la discapacidad asociada a esta enfermedad, el estigma social o el propio desconocimiento por parte del paciente de que se trata de una enfermedad tratable", comenta.

Ello implica que es necesario impulsar un plan integral para paliar los distintos factores que influyen en que las mujeres con migraña no reciban un diagnóstico precoz y puedan ser atendidas por un especialista en Neurología para encontrar la solución más adecuada a su caso.

"Dado que las barreras son múltiples, necesitamos actuar a diferentes niveles: campañas para minimizar el estigma social y laboral de la migraña, sensibilizar a los profesionales sanitarios sobre la alta discapacidad y repercusión de la migraña o inversión y políticas que potencien la atención precoz de los pacientes con cefalea", propone Torres-Ferrús.

ABANDONO DE LOS TRATAMIENTOS POR PARTE DE LOS PACIENTES

El largo recorrido de los pacientes con migraña conlleva que puedan haber recibido varios tratamientos previos antes de derivarlos a la consulta de Neurología. Por esa razón, cuando finalmente son derivados a la consulta especializada con el Neurólogo, pueden llegar con una mayor desconfianza hacia los tratamientos, y todo ello culmina en una falta de adherencia al tratamiento.

En esta línea, cabe destacar que es importante tomar medidas, ya que existen tratamientos preventivos frente a la migraña que mejoran la calidad de vida de quienes sufren esta enfermedad. "No es realista pensar que la migraña se puede curar con un tratamiento preventivo. El objetivo real del tratamiento es reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios y que las crisis respondan mejor al tratamiento sintomático", señala Irimia.

Existen diversas opciones de este tipo de tratamientos preventivos. Además, a través de un seguimiento y control del paciente, se puede ofrecer la terapia que responda mejor a cada caso individual. En este sentido, el doctor Irimia añade que "existen algunas características clínicas que permiten predecir qué pacientes van a responder de forma más favorable a alguna de las terapias preventivas, pero se necesitan más estudios para conseguir personalizar los tratamientos".

Teniendo en cuenta que las personas con migraña llegan con una falta de motivación y esperanza, es necesario buscar estrategias de información y concienciación para que no renuncien a buscar una solución, por ello "deben recibir información sobre las opciones disponibles para minimizar los brotes, tales como seguir hábitos de vida saludables, las opciones terapéuticas preventivas disponibles y participar en las decisiones terapéuticas", detalla el doctor Irimia.

En este aspecto, el papel de la enfermera especializada en cefaleas también puede ser clave, ya que pueden realizar un seguimiento y recomendaciones de buenos hábitos de vida para la prevención de la enfermedad, así como apoyar en la preparación de la consulta médica, lo que ayuda en la adherencia terapéutica y participación del paciente.

LA PRIMERA CAUSA DE DISCAPACIDAD EN MENORES DE 50 AÑOS

La migraña es la primera causa de discapacidad en menores de 50 años, especialmente en mujeres de mediana edad. "Aunque el dolor es uno de los síntomas más incapacitantes de una crisis de migraña, no es el único", señala la doctora Ana Gago Veiga, neuróloga responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital de la Princesa y otra de las coordinadoras del encuentro 'Cefabox'.

48 horas antes del inicio del dolor, un importante porcentaje de pacientes presentan una serie de síntomas premonitorios, como cambios de carácter, de apetito, fatiga, somnolencia y rigidez nucal. "Algunos pacientes presentan lo que llamamos aura, generalmente visual (distorsión de la imagen), pero también puede ser sensitiva o presentar afectación del lenguaje", añade Gago.

La migraña es una enfermedad que ocurre en varias fases y, tras el inicio de los síntomas posteriores a la crisis, llega la fase del dolor propiamente dicha, donde este tiene unas características específicas, como el empeoramiento con el movimiento cefálico acompañado de hipersensibilidad a los estímulos (la luz, sonidos, olores) o náuseas.

"Muchas personas no son conscientes de que la migraña no termina de forma repentina. Tras el dolor, el paciente queda en una especie de resaca, o fase postdrómica, con un importante cansancio y dificultad de concentración, que puede durar hasta 24 horas", según Gago.