inco personas procedentes de diferentes culturas participaron ayer en un coloquio sobre cómo afrontar situaciones racistas y la manera en la que trabajar para erradicarlas, una charla celebrada en el IES Julio Caro Baroja con motivo del Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial en la que participaron alumnos de 1º de Bachillerato del centro. Los cinco ponentes contaron sus experiencias sobre la manera en la que han afrontado los comportamientos racistas que les ha tocado vivir.

El coloquio, organizado por el Ayuntamiento de Pamplona, arrancó con la intervención de Fernando Sesma, concejal de Educación, Participación Ciudadana y Juventud y también contó con la participación de otros ediles del consistorio, como Marian Aldaia, de EH Bildu. Tras ello, los ponentes hicieron una breve exposición de sus situaciones para después responder en una conversación abierta en un tono cercano y distendido a las cuestiones que plantearon los alumnos.

Silvia Jiménez, técnica de igualdad y miembro del Secretariado Gitano, habló a los estudiantes del antigitanismo y de su trabajo en talleres de empoderamiento con mujeres gitanas y explicó que el racismo no únicamente proviene del miedo o el odio a quien llega de fuera, ya que el pueblo gitano “lleva aquí más de 600 años” y la discriminación que sufre no disminuye.

Por su parte, Serge Ondoa, activista político y miembro de Médicos del Mundo, relató cómo tuvo que huir de su Camerún natal y recalcó la importancia de la “cultura del diálogo” para que se de un “diálogo entre las culturas”. “El rechazo se genera cuando no hay comunicación. El mundo es diverso y la diversidad está bien. Lo importante son las personas”, sentenció.

Joy Ogbeide, de Acción contra la Trata, habló de cómo afecta el racismo a las mujeres migrantes y de cómo los problemas derivados del idioma o la obtención de papeles agravan estos problemas. Mientras, Gerardo Castellanos, activista LGBT y miembro de la Asociación Fénix, relató como por su condición de homosexual tuvo que huir de su Venezuela natal, primero, y de Ecuador, después, y cómo llegó a Pamplona, donde trabaja entre otras cosas “para establecer pisos de acogida para personas de este colectivo”, en los que sentirse más seguros.

Por último, Asma Toumi, alumna de 2º de Bachillerato del IES Julio Caro Baroja que colabora en la acogida de alumnado de origen magrebí habló a sus compañeros de la importancia del idioma para ayudar a la integración de las personas que vienen de fuera. “He aprendido que con el idioma puedo ayudar a otra persona a sentirse más cómoda en el ámbito escolar y lo que quiero transmitiros es que si en clase tenéis un compañero que no conoce vuestro idioma, en vez de rechazarlo, si alguno de vosotros sabe su idioma, que intente ayudarle”, pidió.