- La primavera se asoma y anuncia el inicio de una buena temporada para las casas rurales de los valles pirenaicos de Aezkoa Erro y Arce, que completan sus agendas, prácticamente llenas, para las próximas vacaciones de Semana Santa.

"Las sensaciones para la nueva temporada son buenas, si bien hay casas que esperan aún reservas de última hora. Además de la Semana Santa, muchas de ellas ya registran ocupación de verano en fechas festivas de puentes en otras comunidades", comenta Maite Maisterra, presidenta de la asociación de Turismo Rural Irati-Orrega. La hostelera ha recogido las impresiones de sus asociadas y asociados (en torno a 50) y adelanta que, en general, "son optimistas".

Prácticamente los alojamientos y casas rurales de los valles de Erro, Aezkoa, Arce y las localidades de Oroz-Betelu, Luzaide-Valcarlos y Orrega-Roncesvallles tienen completos los días festivos de Semana Santa. La diferencia se constata "según el tipo de establecimiento y el número de plazas", matiza Maite. Todavía pueden llegar grupos y familias que prefieren aventurarse, pero en conjunto, "el resultado apunta a que se va a trabajar bien, con las características propias de cada valle. Hay muchas ganas de salir", declara. Maisterra comenta también que se acerca la recuperación del turismo internacional en la asociación del Camino de Santiago. "Todo parece indicar que será una buena campaña".

Así lo corroboran en la casa rural Erteikoa de Aria, a un paso de la Selva de Irati en el Valle de Aezkoa. Han ido completando las reservas para Semana Santa desde enero. Una casa de 4 habitaciones para 8 personas regentada desde hace cinco años por Ion Retegi (35 años) y Patricia Carballo (33) . Comparten las buenas vibraciones para este 2022, al tiempo que destacan los números del pasado 2021, el año de la crisis sanitaria.

En su opinión, el perfil del turismo ha cambiado con la pandemia, ha acercado la procedencia de La Rioja, Navarra y País Vasco, de estancias más cortas, mientras que en verano y en otoño las reservas, más largas, llegan de Madrid, Cataluña y Valencia. "Para nosotros fue muy bueno en el sentido de que acercó a la gente de Navarra y contribuyó a la desestacionalización de las reservas", comenta Patricia. Hasta entonces, estaban más sujetas al verano y al otoño, cuando alcanzan el 100% de ocupación.

"Animamos a la gente a venir en primavera. Es una época preciosa de la Selva con su verde fosforito, de menor afluencia y cuando mejor se puede disfrutar", manifiesta.

Cada día crece en ellos el deseo de ser anfitriones. " Cuando eligen venir y descubren esta naturaleza y esta paz, ponen en valor nuestra opción de vida y reafirman el amor a nuestras raíces y a nuestra tierra. Es un gran placer darla a conocer. Nos sentimos privilegiados" declaran convencidos.

"Nos sentimos privilegiados cuando vienen y disfrutan de nuestra naturaleza"

Gerente de Erteikoa (Aria)