"Quisiera recordar las consecuencias de este caso: desde que se descubre la relación familiar entre el detenido por la violación y el policía juzgado la investigación policial ha sido bombardeada hasta el día de hoy y ya lo estaba siendo antes de que se iniciara la investigación", ha recordado José Luis Beaumont, el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de las víctimas que denunciaron una doble violación en diciembre de 2016, en la vista oral que ha acabado este miércoles en la Audiencia navarra acusado de avisarle a su cuñado de que le estaban investigando y a punto de detener.

El letrado entiende que toda la suma de indicios que figuran en la causa "solo conducen a una única conclusión y no es otra que el acusado preavisó a su cuñado de que estaba siendo investigado junto a otro amigo por una doble violación cometida en su piso. No hay ningún contraindicio. Solo podía conocer los hechos por su cuñado. Jamás dijo nada a sus superiores antes de conocerse la relación familiar por pura casualidad. Omitió proporcionar dicha información y de hecho les facilitó a los acusados los pasos que se iban dando para que eliminaran pruebas", sostuvo el abogado, que reclama 4,5 años de prisión y 8 años de inhabilitación contra el policía, que pertenecía a la UFAM, la brigada que precisamente investigaba los hechos en los que estaba implicado su cuñado.

En la última sesión del juicio, al contrario, la Fiscalía reclamó la absolución del procesado, al entender que "no existe prueba directa" que acredite que hubo un chivatazo. "No han quedado acreditados los indicios con la certeza que exige el Derecho Penal", dijo la representante del Ministerio Público, que además entiende que no cabe condenar al acusado por el delito de omisión del deber de perseguir delitos, pues a su juicio "no había denuncia previa" para poder cometer ese delito. "Lo único que existían eran unas investigaciones a raíz de un informe médico que había llegado como tal a la Policía el 19 de diciembre de 2016, pero dichas investigaciones quedaban a expensas de que se formulara denuncia, lo que se produjo el 24 de diciembre".

El cuñado del policía fue detenido el 27. La defensa pide lógicamente la absolución y añade que las consultas en las bases de datos policiales que realizó el acusado con los apellidos de su cuñado se debían a que estaba buscando en realidad posibles antecedentes de una cuñada por una pelea, y que se lo había pedido para poder acceder a un puesto de trabajo.

La cuñada ni siquiera ha acudido a testificar al juicio, en donde sí declaró la suegra del procesado, que dijo que la pelea de su hija había sido "hace tiempo" y que ella nunca había sido detenida. La acusación particular, a este respecto, recordó que dicha cuñada que supuestamente pidió la consulta de antecedentes ni siquiera ha declarado en todo el procedimiento y que, en caso de que fuera cierto que buscaba su hoja penal, hubiera bastado con una única búsqueda: la que realizó el acusado el 13 de diciembre. Pero los indicios en contra del acusado demuestran que el día 22 de diciembre realizó otra búsqueda con los apellidos de su cuñado-"¿para qué, si ya había buscado 9 nueve días antes, qué antecedentes pretendía encontrar?, se preguntó la acusación- y lo mismo hizo el 13 de enero, cuando ya estaba apartado del grupo investigador.

"Por algo falta a la verdad, hay que recordar que nunca antes, según ha constatado el informe pericial de la Policía, había realizado búsquedas de este tipo en el sistema", zanjó la acusación, que evidenció que, con dichos accesos ilegales, el policía podía conocer todos los detalles de la investigación, los datos de la denunciante, de los denunciados y la relación circunstanciada del hecho que se denuncia.