El acusado de matar a su madre en Madrid en 2019 ha afirmado ante el tribunal que le juzga que no recuerda haberle quitado la vida, ni descuartizarla ni comer sus trozos "como las tribus caníbales", aunque así lo dijo tras su arresto, aunque sí ha explicado que escuchaba voces que le decían que la matara.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este martes, tras la elección el lunes del jurado popular, el juicio a Alberto S.G., para el que la Fiscalía pide quince años y cinco meses de prisión como presunto autor de los delitos de homicidio con agravante de parentesco y profanación de cadáver, y reclama que indemnice con 90.000 euros a su hermano.

"No lo recuerdo" ha contestado el acusado a la mayoría de las preguntas de la fiscal, después de que el jurado y el procesado hayan escuchado el escrito del Ministerio Público en el que se detalla cómo a finales de enero de 2019 presuntamente asfixió a su madre, la descuartizó con una sierra y dos cuchillos y se fue alimentando de las partes, algunas cocinadas, que guardó en varios envases de plástico.

Durante su declaración, de menos de media hora, Alberto ha titubeado y se ha mostrado disperso por la medicación que ha dicho que toma, y ha reconocido que suele escuchar voces extrañas de conocidos e incluso de famosos, y que oía en ese mismo momento en la Sala.

Ha asegurado, con la cabeza cabizbaja, que esas voces las escucha desde que tiene aproximadamente 15 años -ahora tiene 28-, cuando sufría una incontinencia urinaria y sus amigos se reían de él, y que se agravaron cuando pasó una temporada como estudiante Erasmus en Grecia y tomó drogas.

Luego se fue de casa y bebía y tomaba drogas y su situación empeoró, por lo que fue ingresado en alguna ocasión.

En la época en la que presuntamente mató a su madre escuchaba mensajes "ocultos" en la televisión y las voces le decían: "Mata a tu madre. Te voy a descuartizar".

Preguntado sobre los motivos por los que no contó este extremo ni a la Policía ni al juez ni a los psiquiatras que le atendieron en aquel momento, ha explicado que "tenía miedo" porque le "amenazaban", y además a veces se le olvidan las cosas.

Ha relatado que ha ingresado en ocasiones en hospitales por su problema mental y que actualmente sigue tomando diferentes medicamentos.

Sobre cómo era su relación con su madre, ha explicado que ambos solían discutir mucho, en ocasiones "por tonterías", cree que porque él bebía y "fumaba porros" y "ella era alcohólica".

A pesar de que tenía una orden de alejamiento sobre su madre, él solía ir a su casa "porque se sentía solo" y la mujer lo permitía.

Preguntado sobre lo que hizo durante los días que convivió con su madre descuartizada, ha explicado vagamente que bebía.

Alberto S.G. ha dejado al tribunal del jurado que el juzga una carta escrita en los momentos de mayor lucidez, según ha explicado su letrada, aunque la misiva no se ha leído en la Sala.

Tras este testimonio del acusado ha declarado como testigo el que era en el momento del suceso jefe del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que fue el instructor de las diligencias, quien ha relatado que los agentes que fueron al lugar del crimen se encontraron con restos humanos de diferentes tipos en varias estancias de la casa.

En la ducha había una sierra con la que presuntamente el detenido había despiezado a su madres, ha detallado el agente, que ha incidido en que tras su arresto el hombre declaró de manera espontánea que la había estrangulado, descuartizado y que se había comido algunas partes cocinadas.

Otra agente ha incidido en que Alberto no se confesó culpable inicialmente pero cuando era trasladado a la comisaría dijo que había estrangulado a su madre mientras preparaba el desayuno, "como lo hacen las tribus caníbales".

"Dijo que como no sabía qué hacer con el cadáver se lo comió y se lo dio al perro sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento", ha detallado.

El juicio continuará el miércoles con declaración de peritos.