Cambiaba de residencia y de provincia asiduamente para dificultar su localización. "Es un nómada y había hecho de la estafa su modus vivendi". Así define al detenido el jefe de la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales) de la Jefatura Superior de Policía de Navarra, al hombre detenido en Pamplona la semana pasada, y que ya ha ingresado en prisión, por cometer más de 125 estafas con las que obtuvo un lucro ilícito de más de 70.000 euros.

El detenido, un varón de origen barcelonés, de 36 años, y que era reclamado por dieciocho juzgados de todo el Estado, tenía en su casa "una auténtica base de datos" con las cuentas bancarias, números de teléfono y demás información que utilizaba para perpetrar sus estafas a través de Internet, mediante falsas ventas de artículos tecnológicos, coche o motos y falsos alquileres de alojamientos a través de Internet.

El Grupo II de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Navarra ha dedicado dos años a seguir los pasos de este hombre, dentro de la operación Return (regreso). El nombre de la investigación no es caprichoso, ya que ya en 2014 el mismo varón fue arrestado por un delito continuado de estafa sobre 148 personas a las que llegó a defraudar 37.104 euros.

Para llegar hasta él en esta ocasión, los investigadores analizaron más de veinte cuentas bancarias de diferentes entidades y las fueron relacionando con las 125 denuncias detectadas en Navarra, CAV, Madrid, Andalucía, La Rioja, Galicia, Castilla la Mancha, Castilla y León, Murcia, Valencia, Aragón, Cantabria y Canarias. En todas esas denuncias, que sumaban un total de 70.379 euros defraudados, coincidía el modus operandi con el utilizado por el presunto autor.

El detenido, que ya ha ingresado en el centro penitencario de Pamplona, ofertaba falsos productos a través de anuncios en múltiples portales online, como Milanuncios, Wallapop, Idealista, Fotocasa... Ofrecía tanto coches, motos, consolas o móviles como alquileres de habitaciones o de pisos en diferentes ciudades del territorio español con unos precios "irrisorios en comparación a los que marca el mercado y con fotografías de viviendas reformadas y en buen estado".

Además de cambiar constantemente de residencia para dificultar su localización e identificación, el estafador necesitaba moverse continuamente por el Estado para poder realizar las extracciones de dinero en efectivo de cajeros automáticos. "Daba largas a las víctimas, porque sabía que necesitaba ganar tiempo para que las grabaciones de las entidades bancarias de las que sacaba el dinero caducasen y no estuviesen a disposición de la investigación. Sabía cómo dificultar nuestro trabajo", concluye el responsable de la UDEF de la Policía Nacional en Navarra.