Atenas - Las autoridades griegas y búlgaras han ordenado el refuerzo la protección fronteriza ante la posible llegada de migrantes y refugiados desde Turquía por la creciente escalada de tensiones en el noroeste de Siria, donde a última hora del jueves se cruzaron ataques las fuerzas turcas y sirias.

El primer ministro griego, Kyiriakos Mitsotakis, ha anunciado las medidas en un encuentro del Gobierno. Atenas ya ha notificado el endurecimiento de la vigilancia a la Comisión Europea, ante la que ha esgrimido no razones de seguridad sino de salud pública.

En concreto, el Ejecutivo griego sostiene que entre los potenciales migrantes hay personas de Irán y Afganistán, países donde se han confirmado casos del nuevo coronavirus. Debe verse “como una medida de protección sanitaria para toda Europa”, según Mitsotakis.

El jefe de las Fuerzas Armadas de Grecia, Konstantinos Floros, se ha desplazado hasta la región de Evros, fronteriza con Turquía, para coordinar las nuevas medidas, entre las que también figura un refuerzo de las patrullas marítimas, según el diario ‘Kathimerini’.

Por su parte, el primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, también ha confirmado una mayor vigilancia, tanto terrestre como marítima, por la “amenaza real” de que se produzca “un repunte en el flujo migratorio”, según la agencia de noticias estatal BTA.

mil soldados adicionales Boiko Borisov, que tiene previsto hablar con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sugirió que los guardias turcos se han retirado de la frontera. “Esperamos que frenen a los migrantes antes”, afirmó el mandatario búlgaro en su declaración.

El Ministerio de Defensa de Bulgaria anunció el envió de un millar de efectivos adicionales. El titular de este departamento, Krassimir Karakachanov, ha afirmado que las Fuerzas Armadas tomarán las medidas que sean necesarias “para no dejar que un solo inmigrante ilegal entre en territorio búlgaro”. -