La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, acordaron en una conversación esta noche el "principio" de que no debe haber restricciones a la exportación de vacunas cuando las farmacéuticas cumplan con sus responsabilidades contractuales.

"Hemos acordado el principio de que no debe haber restricciones a la exportación de vacunas por parte de las empresas cuando cumplan con sus responsabilidades contractuales", tuiteó Von der Leyen, tras mantener "conversaciones constructivas", dijo, con el jefe del Gobierno del Reino Unido.

Desde este sábado hasta el 31 de marzo, las autoridades aduaneras de la Unión Europea pueden bloquear las exportaciones de vacunas fabricadas en la UE en virtud del mecanismo de control adoptado por la Comisión Europea.

La medida afectará solo a las vacunas de aquellos laboratorios con los que la Comisión firmó, en nombre de los Veintisiete, acuerdos de compra anticipada.

Se trata de Pfizer-BioNTec, Moderna y AstraZeneca, cuyas vacunas ya han sido autorizadas en la UE, además de Johnson & Johnson, Sanofi-GSK y CureVac, con las que Bruselas negoció 2.300 millones de dosis en total

Bruselas, que temía que AstraZeneca estuviese entregando al Reino Unido dosis que correspondían a los Veintisiete, quiere controlar cuántas vacunas se producen y a qué países se destinan, tras haber financiado por adelantado el desarrollo de las mismas con 2.900 millones de euros en total.

Este mecanismo de control de exportaciones ha sido considerado contraproducente por las farmacéuticas y ha causado malestar en el Reino Unido, especialmente en Irlanda del Norte.

Un asunto del que la jefa del Ejecutivo comunitario también habló este viernes con el primer ministro irlandés, Micheál Martin, para "acordar una forma satisfactoria de introducir un mecanismo de autorización de exportación para las vacunas" de covid-19, informó Von der Leyen también en su cuenta en Twitter.

En un comunicado, Martin había informado también de esa conversación en la que expresó a Von der Leyen sus "preocupaciones" ante esta nueva situación que la ministra principal de Irlanda del Norte, Arlene Foster, tachó de "acto de hostilidad".

Foster acusó este viernes a la Unión Europea de cometer un "increíble acto de hostilidad" al introducir controles a la exportación de vacunas desde el bloque comunitario hacia la región británica.

"Están tratando de detener el suministro de vacunas, unas vacunas diseñadas para salvar vidas en el Reino Unido", afirmó en un vídeo divulgado en las redes sociales Foster, que conversó con el primer ministro británico para pedirle una "respuesta robusta".

El ministro del Gabinete británico, Michael Gove, "número dos" del Ejecutivo de Johnson, contactó, por su parte, con el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic para "expresar la preocupación del Reino Unido sobre la falta de notificación por parte de la UE sobre sus acciones en relación con el protocolo para Irlanda del Norte", señaló en un comunicado Downing Street, despacho oficial del jefe de Gobierno.

Las autoridades comunitarias han decidido incluir controles al paso de vacunas a través de la frontera del Ulster, a pesar de que el acuerdo del Brexit estipula que no debe haber inspecciones en esa aduana, ante el temor a que se utilice esa vía para sortear eventuales limitaciones a las entregas al resto del Reino Unido.

Para ello, Bruselas ha invocado el artículo 16 del protocolo para Irlanda del Norte pactado por ambos lados del canal de la Mancha, que comenzó a ser efectivo el pasado 1 de enero.

"A la primera oportunidad, la Unión Europea ha establecido una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda", criticó Foster.

Gove recalcó por su parte que "el Reino Unido considerará ahora cuidadosamente sus próximos pasos".