El Gobierno polaco considera solicitar a la Comisión Europea suspender temporalmente su contribución al presupuesto de la Unión Europea para afrontar el coste de acoger a refugiados ucranianos. En una rueda de prensa celebrada en Varsovia, el vicepresidente del Gobierno polaco, Zbigniew Ziobro, ha anunciado haber presentado, en una reunión del Ejecutivo, una petición para "la suspensión total o parcial de la contribución polaca al presupuesto de la Unión Europea".

Según Ziobro, que también ostenta el cargo de ministro de Justicia, "esto tiene que ver con los gastos soportados (por Polonia) debido a la guerra en Ucrania y la crisis de refugiados". Los últimos datos disponibles de la UE correspondientes a 2020 indican que Polonia aportó ese año a las arcas comunitarias 4.881 millones de euros.

Tras afirmar que Polonia es el país del mundo que "brinda la mayor ayuda financiera a Ucrania después de Estados Unidos", el viceprimer ministro ha declarado: "Tenemos derecho a proponer que las declaraciones de solidaridad no sean solo palabras, sino que se expresen en ayuda financiera real y tangible". "No para nosotros, sino para los refugiados", ha concluido Ziobro.

El viceprimer ministro ha añadido además que "mientras dure esta crisis, esta situación histórica inusitada y sin precedentes de la afluencia de casi tres millones de refugiados a Polonia, consideramos pedirle a la Comisión Europea (...) una suspensión de, si no toda, al menos una parte significativa de la contribución que Polonia paga al presupuesto de la Unión Europea".

Ziobro ha apelado a "la cooperación mutua y la solidaridad" de Europa y ha explicado que el dinero que Varsovia dejaría de enviar a Bruselas "no se destinará a ningún otro fin" que atender a los refugiados, "un objetivo que debe ser común para todos nosotros", ha enfatizado. En las últimas semanas, tanto el presidente polaco, Andrzej Duda, como otros miembros del Gobierno han reclamado la creación de "fondos especiales" para sufragar la llegada de refugiados desde Ucrania.

Desde que comenzó la guerra en Ucrania, las autoridades polacas han registrado la entrada en el país de casi tres millones de refugiados, la mayoría mujeres y niños, a los cuales se permite obtener una identificación fiscal que les proporcione acceso a servicios públicos como sanidad y educación.