La Liga de Diamante ha llegado a su fin con, entre otras pruebas, la final de los 110 metros vallas que ha congregado en Zúrich (Suiza) a los mejores velocistas del planeta. Asier Martínez también ha estado, como no podía ser de otra forma, y ha firmado un gran cuarto puesto que pone el broche a una temporada de ensueño. 

Ocho rivales ha tenido el corredor de Zizur sobre la pista del Letzigrund Arena y, una vez más, ha sido el americano Grant Holloway el que se llevó el gato al agua con una discreta marca de 13.02. Por detrás ha llegado una de las grandes promesas del atletismo mundial como es Rasheed Broadbell. El jamaicano, que en el Mundial de Oregón se quedó a las puertas de la final al caer en la semifinal de Asier, no ha estado lejos del oro mundialista (13.06). El tercer puesto ha sido para su compatriota y oro en Tokio, Hansle Parchment (13.26), que ha experimentado en sus propias carnes como las nuevas generaciones vienen pisando fuerte.

Asier en esta ocasión no ha podido alcanzar el podio como hizo en el Mundial y en el Europeo, pero sí que ha regalado otra gran carrera. Lejos de su mejor marca, empezó rozando la primera valla y muy por detrás de los de cabeza. Poco a poco y haciendo gala de su mejor baza, el final, fue escalando posiciones hasta llegar emparejado con Trey Cunningham, otra de las grandes perlas de la escuela estadounidense y plata en el Mundial. 

En un final muy parejo, el navarro tuvo más intención y logró colarse en el cuarto puesto por una milésima, al igual que hizo con Martinot-Lagarde para colgarse el oro en el Europeo de Zúrich. Asier paró el crono con un tiempo de 13.29 segundos, lejos de su mejor marca de 13.11 segundos, pero volviendo a estar en el nivel de los más rápidos del mundo.