A las 11 de la mañana se daba el pistoletazo de salida en la Real Colegiata de Roncesvalles. Alrededor de 850 corredores de diferentes provincias salían en manada al más puro estilo de un encierro de San Fermín. 21,300 kilómetros (alrededor de 203 metros más que una media maratón homologada). Las condiciones meteorológicas eran favorables . Una carrera con mayor desnivel negativo que positivo y sin previsiones visibles de agua. Un terreno con zonas sombrías que prevé albergar algo de barro, recomendado para aquellos valientes deseosos por sentir los paisajes navarros de cerca. Una forma de recorrer la primera etapa del Camino de Santiago Francés. Hasta ahora, Antonio Etxebarria ostenta un récord (1:12:10) obtenido hace una década y que está en la mente de los aspirantes desde el inicio de la prueba. Gracias a los equipos de Cruz Roja, la jornada estaba custodiada por médicos, enfermeros, técnicos y socorristas situados a lo largo del recorrido y preparados ante cualquier imprevisto. Además, Roberto, profesor de fisioterapia de la Universidad Pública de Navarra, junto a sus alumnos, esperaban a los corredores en la salida para tratar molestias por el esfuerzo.
A las 12, el speaker comenzaba su presentación e iniciaba los preparativos para acoger al primer clasificado, Hodei Lujanbio, que llegó en el minuto (1:19:44), recién llegado de Francia, dónde corrió horas antes. El goizuetarra no pudo batir el récord del año pasado obtenido por Xabier Macías (1:17:55). El navarro logró su cometido al proclamarse vencedor. “En la zona de asfalto íbamos un grupo grande pero bastante rápido me he quedado solo en cabeza. Luego ya, a partir de media carrera, he visto a Jon Ridruejo, y he tratado de apretar un poco para perderle”, afirma Hodei. El de Goizueta consiguió llegar con una ventaja de más de tres minutos sobre el segundo, Jon Ridruejo, que tocó la cinta en el (1:22:01). Seguido por Asier Gutiérrez (1:24:12). “Tenía dudas por como iban a responder las piernas, pero he logrado descansar durante la noche y afortunadamente todo ha salido bien”, dice Hodei.
“Las condiciones meteorológicas han sido muy buenas durante toda la carrera, y a mi me gusta el calor”, afirma el campeón de la decimoséptima edición de la Media Maratón Trail Roncesvalles-Zubiri. “Las subidas me han costado más, quizás por el cansancio de ayer, pero en las bajadas, que son mi fuerte, he podido dar lo mejor de mí”,declara el ganador. Es un terreno complicado que por fortuna no se vio alterado por la lluvia.
Carrera terminada, trabajo hecho, y Hodei se marcha arropado por su familia y el público vitoreando su nombre. En el puesto de avituallamiento le espera un yogur, una pieza de fruta y el cariño de los suyos. “Ahora toca descansar y reponer fuerzas para la siguiente”. Una mañana soleada en Zubiri, que acogía a corredores de todas partes y que ayuda a promover el deporte entre los más jóvenes. Una carrera familiar y controlada por todos los profesionales que han hecho posible que la Media Maratón Trail Roncesvalles-Zubiri se haya celebrado un año más.”Espero estar el año que viene y ojalá que el resultado sea el mismo, muchas gracias”. Las palabras de Hodei Lujanbio, que con una sonrisa inevitable, se despedía de Zubiri hasta la próxima edición.