“Es la recompensa a todo el esfuerzo. Han sido muy duros estos años”. Estas eran las palabras que pronunciaba Izaskun Osés desde Nueva Delhi, donde este domingo se colgaba la medalla de plata en la prueba de 1.500 metros T13 –categoría para atletas con discapacidad visual–, en el Mundial de Atletismo que se está celebrando en la capital india. La atleta navarra finalizaba la carrera en un tiempo de 4:51.12 por detrás de la gran favorita, la irlandesa Greta Streimkyte, que no dio mucha opción a que le arrebatasen el oro. 

Osés –con discapacidad visual (miopía magna y glaucoma de carácter degenerativo, por lo que tiene un 5 % de visión en un ojo y entre un 10 y un 15 % en el otro)– se alzó con este nuevo éxito en la prueba que mejor domina, los 1.500 metros. Aguantó el ritmo elevado de Streimyte y, una vez encaraba la última vuelta, fue capaz de no dejarse superar por las rusas Elena Pautova y Veronika Kubarko, a las que plantó cara.

La mediofondista, de 41 años, suma así a su vitrina una medalla de este calibre, algo que no había conseguido hasta la fecha. En su palmarés cuenta con un bronce en 1.500 metros T13 en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 y varios metales en Europeos, tanto en 1.500 T13 como en 400 metros T12.

Con valor añadido

Si ya cualquier medalla mundial tiene un valor excepcional por el esfuerzo y el trabajo que hay detrás, el éxito de este domingo de Izaskun Osés en el Jawaharlal Nehru Stadium tiene otro añadido. La navarra regresaba a la competición internacional tras ser madre por segunda vez, por lo que la preparación de este torneo no ha estado exento de dificultades. O, más bien, de un camino repleto de malabares. 

“Es el único campeonato en el que me faltaba medalla. Ya tenía la de los Juegos, también de los Europeos y la verdad es que esta no me la esperaba. Es la recompensa a todo el esfuerzo. Han sido muy duros estos años y este, con los dos críos, no ha sido fácil entrenar. Es verdad que he disfrutado mucho por volver a hacerlo y estar a tope, pero hay mucho esfuerzo por detrás”, explica la navarra, que tiene dos hijos de 7 años y de 22 meses.

Con la medalla de plata, una foto para el recuerdo que capturaron sus compañeros. Cedida

La subcampeona del mundo de 1.500 metros T13 narra cómo se las ha tenido que apañar para llegar en condiciones óptimas a este Mundial: “Es difícil, porque la prioridad son los hijos. Y más con el verano de por medio, que se complica. Están todo el día en casa y no los puedes tener ahí. Al final vas a entrenar a la hora en la que puedes organizarte, no a la que sería mejor por el calor. Iría a las nueve, pero me ha tocado hacer series a las once de la mañana porque hay que conciliar y es el horario que se podía. Y luego no te echas a descansar, hay que ir a la piscina (se ríe). Pero, bueno. Ha sido un esfuerzo mío, de mi marido, de los abuelos... Así que estoy muy contenta porque ha sido un esfuerzo de todos”.

Gracias a este compromiso, Osés se traerá para Navarra un éxito que, de primeras, no pasaba por su mente. Así lo reconoce ella misma. “No me lo esperaba. Barajaba estar entre el 5º y el 6º puesto. Pero salió ayer la lista de inscritas y algunas de las mejores no estaban. Así que pensé que, por marcas, tenía que pelear por la tercera plaza”, constata.

“Es el único campeonato en el que me faltaba medalla. Es la recompensa a todo el esfuerzo”

IZASKUN OSÉS - Atleta

Y con ese pensamiento en la cabeza se enfrentó a una carrera que vivió así: “La irlandesa ha salido tirando, algo que ya sabía, y, aunque las rusas tienen mejor marca que yo, he pensado que yo tenía que luchar con ellas. Se han puesto detrás. Era una carrera muy táctica, súper lento, y a mí esas carreras tácticas me benefician un montón. La última vuelta hemos corrido muchísimo. Se han dado todas las circunstancias. Para mí ha sido la mejor carrera. He llegado en forma y he podido ser plata”, apunta Osés, quien recuerda el momento en el que ha sido consciente de que se iba a subir al podio. “Cuando he visto que iba bastante bien, ya me he dicho que debía luchar por el segundo o el tercer puesto. Este es mi sitio. He ido muy concentrada durante toda la carrera y he sido muy consciente de ello. En el último 300 me ha pasado la rusa y en el 200 he dicho voy a pasar con todo. Iba con mucha fuerza y ahí no he tenido dudas”.

Palabras hacia su entrenador

La atleta navarra estaba “muy contenta” y satisfecha con este resultado. No podía ser de otra forma. Una plata que lleva impresa su dedicación y también la de su entrenador, Adrián Servent, que tiene toda “la culpa” de este subcampeonato mundial. “Sin una buena planificación y un buen entrenador no llegas a esto. Yo soy la que doy la cara, pero detrás hay mucho trabajo. Él tiene también la culpa de volver a hacerme disfrutar del atletismo, que para mí era lo imprescindible. Yo con eso ya había ganado todo, pero ya la medalla es el colofón”.