El éxito logrado por el Osés Construcción Ardoi en la pista ha abierto de nuevo el cielo para el baloncesto navarro tras unas campañas donde solo se acumulaban noticias entre reguleras y malas.

El partido ahora pasa de la pista a los despachos y lo que se juega ahora es casi igual de importante o más que lo logrado en la cancha. Así de triste es esto. Pero ahora llega el momento en el que todo el mundo que ha mostrado su apoyo verbalmente al proyecto durante estos años lo haga como verdaderamente toca: con apoyo económico, ya sea de manera directa o indirecta.

Está muy bien hablar de igualdad y de promocionar el deporte femenino, pero ahora es momento de actuar, de dejar a un lado las palabras y pasar a los actos.

Que tomen de ejemplo a María Asurmendi, que siempre ha hablado de que su deseo era dejar un equipo navarro en la máxima categoría y, cuando podía no haberlo hecho, ha vuelto a su tierra dos veces para lograrlo en ambas ocasiones.

Para sacar un proyecto estable, referente y que no desestabilice un club como Ardoi (de los más grandes de Navarra) en Liga Femenina hace falta la entrada de una importante cantidad de dinero. Y toca que entre ahora. Con apoyos de verdad.