odos los entrenadores que estamos en Budapest, en la fase final del Europeo, estamos convencidos de que Dinamarca se dejó ganar por Francia, para elegir a España como rival en semifinales, y que lo hizo porque cree que le tiene tomada la medida. En 2021 le ganó en las semifinales de los Mundiales (35-33) y en las de los Juegos (27-23) y confía en volver a hacerlo hoy.

Por supuesto, cada uno hace lo que quiere en su casa, como dar descanso a sus tres mayores figuras, pero creo que lo que le hizo Dinamarca a Islandia -que se quedó fuera de las semifinales por la derrota danesa ante Francia- es bastante antideportivo. Había que ver a los pobres jugadores islandeses llorando en la grada al verse fuera de las semifinales. Un país tan pequeño, con poco más de 360.000 habitantes, tiene muy pocas opciones de luchar por las medallas en deportes como el balonmano, y Dinamarca les arrebató ese premio a su gran Europeo.

Dinamarca será favorita en la semifinal de hoy, pero los partidos hay que jugarlos. España, sin nada que perder y mucho que ganar, tendrá sus opciones si:

- Sube la aportación de la portería, sea de Pérez de Vargas o de Corrales. Sus paradas son necesarias para poder correr al contragolpe, que es nuestra principal baza, porque en el juego posicional lo vamos a tener bastante complicado. Y, claro, lo mejor para que los porteros paren más es defender con contundencia. Y no solo pendientes de su gran figura, Mikkel Hansen, sino también de su central y su lateral derecho, para cortarles el juego.

- Mejora nuestra eficacia en los lanzamientos, sobre todo desde 8-9 metros, que es donde menos finos estamos en ataque.

- Y hacemos un buen balance defensivo para evitar sus contraataques, que los tienen muy trabajados.

Aunque Dinamarca ha hecho más rotaciones y aunque España pudo acusar algo el cansancio ante Noruega y Polonia, eso no es preocupante, porque su último partido fue el martes, y en tres días hay tiempo para que un jugador se recupere de los esfuerzos. Es más preocupante que Antonio García esté tocado y quizás no pueda jugar hoy, porque eso nos deja aún peor en tiro exterior. Pero, a cambio, Cañellas y Tarrafeta, que salieron flojos de la covid que tuvieron, han tenido estos días para recuperar su ritmo de juego y son jugadores claves en la primera línea.

Por lo demás, es increíble la diferencia en los protocolos anticovid entre Eslovaquia y Hungría. En Bratislava se llevaba a rajatabla el tope del 30% del aforo en el pabellón, mientras que en Budapest tienen a los equipos en burbujas y a los periodistas y entrenadores nos obligan a hacernos tests antes de ir a cada partido, pero luego entra todo el público que quiere, con o sin mascarilla...

Y, pase lo que pase en la semifinal de hoy, dos datos: los Hispanos están en sus sextas semifinales consecutivas en unos Europeos, y en este Europeo se repiten las semifinales de los Mundiales de 2021. Eso demuestra que España está en la elite mundial.

El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano.