Este sábado, 2 de agosto, Oleg Kisselev cumplirá 28 años y lo hará como nuevo capitán de Anaitasuna. El lateral izquierdo y especialista defensivo del conjunto navarro, nacido en Santander, es uno de los jugadores que ha decidido quedarse en el equipo tras su descenso a la División de Honor Plata y contribuir con su experiencia y trabajo a la reconstrucción del mismo. Llegó al club verdiblanco siendo juvenil procedente del Loyola y sabe qué es jugar en la segunda categoría del balonmano, ya que estuvo cedido en el Nava, con el que ascendió a Asobal. También ha vestido los colores del Ademar de León y del BM Logroño. En diciembre de 2023 retornó a Pamplona y se ha convertido en pieza fundamental de una escuadra que busca renacer.
¿Cómo se presenta la temporada?
Es una nueva categoría y estamos muy concentrados. Hemos tenido tiempo de pasar el mal trago, el luto por haber descendido, y ahora estamos muy centrados en el objetivo, que es muy ambicioso y en una Liga complicada.
¿Cuál es el objetivo primordial?
Todos los objetivos se componen de otros más pequeños y para poder ascender hay que recomponer el equipo. Es una de las bases para quedar luego lo más alto posible, que es el primer puesto. Después, la competición dirá dónde estamos, porque es una categoría muy igualada en la que muchos equipos van a pelear por lo mismo.
Usted conoce la Plata y sabe lo que hay.
Todos los encuentros son muy igualados, especialmente los de fuera. En casa hay que hacerse muy fuerte, porque lejos puede ocurrir cualquier cosa. Los equipos de abajo en sus pistas se hacen muy fuertes. Otros conjuntos tienen el mismo objetivo que nosotros y se han reforzado muy bien. Además, sólo ascienden dos, uno directo, así que hay que tenerlo en cuenta.
Elustondo, Marco Moreno, Redondo, Itoiz, usted... ¿Son quienes tienen que tirar ahora del carro?
Yo espero que tengamos un equipo muy coral en el que todos aporten. Más que tirar del carro nos vamos a encargar de transmitir los valores del equipo, del club y la ambición para que todos contribuyamos.
El grupo presenta muchas novedades empezando por el banquillo con Nacho Moyano. ¿Cómo lo ve?
Es un buen movimiento por parte de Anaitasuna fichar a un entrenador con tanta experiencia. Se ha visto con situaciones complicadas en los últimos años en Cangas, sabe manejarlas y eso es importante. Es el indicado para esa reestructuración que hay que hacer, que es el primero de los objetivos. Tenemos suerte de contar con él.
“Nacho Moyano es el entrenador indicado para la reestructuración que hay que hacer”
Ahora llevará el brazalete de capitán. ¿Qué supone para usted?
Es un orgullo. Me siento muy afortunado. Es algo sobre lo que no piensas y la verdad es que cuando te toca sientes una gran responsabilidad. Que te la den es una señal de confianza que se agradece mucho y te da un extra de motivación.
Ha tenido buenos predecesores: Aitor García, Bazán, Chocarro...
Lo mejor que tiene Anaitasuna es que es un club de cantera. Saca gente de aquí, de Pamplona, y por eso los que son capitanes sienten el club y se han partido los cuernos por el escudo desde muy pequeños. Espero estar a la altura.