NAVA 33

HELVETIA ANAITASUNA 31


Viveros Herol Nava (15+18) Patotski, De Vega, Moyano (9), Méndez (1), Vila (1), Dani Pérez (5), Nevado (2), Ahumada (2), Carró, Prokop (8), Roberto Pérez, Soljic, Marugán (1), Smetanka (1), Guardiola y Herranz (3).

Helvetia Anaitasuna (20+11) Juan Bar, Iñaki Martínez, Bazán (5), Edu Fernández (2), Ganuza (3), Goñi (3), Xavi González (6), Redondo (1), Albizu (5), Elustondo (1), Moreno (3), Bonnano (1) e Itoiz (1).

Marcador cada cinco minutos 3-3, 4-6, 8-9, 11-13, 12-16, 15-20 (descanso); 17-21, 21-24, 23-26, 27-27, 30-28 y 33-31 (final).

Árbitros Espino Guerra y Navarro Baquero. Excluyeron a Pablo Herranz y a Gonzalo Carró, que además vio la roja directa por los locales, además de descalificar a Prokop por acumulación de exclusiones; por los navarros, a Elustondo.

Pabellón Guerreros Naveros. Unos 800 espectadores.


El Helvetia Anaitasuna no pudo cerrar el año con victoria y perdió por 33-31 ante el Viveros Herol Nava, en un encuentro con dos partes bien diferenciadas: una primera en la que el conjunto navarro impuso su ritmo y se marchó al descanso con cinco goles de renta (15-20) y un segundo período en el que el equipo segoviano remontó de manera espectacular gracias a las intervenciones de Patotski y los goles de Moyano y Prokop.

Anaitasuna tenía muy claro su plan de partido, que no era otro que el de elevar el ritmo lo máximo posible, tanto en defensa como en ataque ante un conjunto segoviano que quiso aceptar la apuesta en un eléctrico arranque de encuentro.

El Viveros Herol Nava aguantó ese ritmo los primeros diez minutos, pero en cuanto comenzó a sumar pérdidas en ataque, muy atascados los locales ante el 6:0 muy dinámico de su oponente, las diferencias comenzaron a hacerse más que evidentes en el electrónico.

A duras penas lograba el Balonmano Nava sujetarse con los goles de Moyano, porque Anaitasuna golpeaba una y otra vez a los locales con el contragol, y la tarjeta roja a Gonzalo Carró en el minuto 21 vino a poner un poco más de dificultad a la empresa, porque el conjunto de Quique Domínguez elevó la renta hasta los cinco goles, marcando Albizu desde los siete metros el 15-20 con el que se llegó al descanso.

Pero, tras el paso por los vestuarios, la decoración del partido cambió de manera radical, porque el Balonmano Nava entendió que no podría ganar si trataba de jugar al ritmo que le marcaba el Helvetia, y poco a poco le fue bajando las pulsaciones al encuentro.

Un primer parcial local de 4-0 dejó la diferencia en tan sólo dos goles para Anaitasuna, que en todo el segundo tiempo no tuvo ni una sola opción de correr el contragolpe y, obligado a jugar en estático todo el segundo tiempo, se encontró con muchas más dificultades para salvar a la defensa segoviana, y a Patotski en último término.

El portero bielorruso del Viveros Herol elevó su porcentaje de paradas y, junto al acierto de Moyano, logró que el equipo local siempre se mantuviera con opciones de remontar el marcador, aunque el 24-27 superado el ecuador del segundo período parecía indicar lo contrario.

Sin embargo, la única exclusión del equipo visitante, para Julen Elustondo en el minuto 46, vino a complicarle el partido de tal manera al conjunto navarro que acabó encajando un parcial de 6-0 que puso al Balonmano Nava con un 30-27 a poco más de cinco minutos para el final. El ataque de siete para seis que ordenó Quique Domínguez no tuvo el efecto deseado, y el partido se cerró con el triunfo del conjunto local, que cierra la primera vuelta con 15 puntos, igualado con Anaitasuna.