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Aileen Ripa, del Replasa Beti Onak: "He estado luchando contra el miedo mucho tiempo"

Tras sufrir una segunda rotura del ligamento cruzado, esta vez de su rodilla izquierda, la primera línea navarra regresaba a las pistas el sábado ante el Costa del Sol Málaga

Aileen Ripa, del Replasa Beti Onak: "He estado luchando contra el miedo mucho tiempo"Jon Urriza Guillen

El sábado fue un día de muchas emociones para Aileen Ripa Sarriés. Tantas que este domingo la jugadora del Replasa Beti Onak, natural de Villava-Atarrabia, asimilaba todo ello con una escapada por el monte en Izal (Valle de Salazar), pueblo donde también tiene raíces. Después de algo más de un año, Ripa (29/04/2003) jugaba de nuevo un partido de balonmano, en concreto el que enfrentaba a su equipo con el Costa del Sol Málaga y que acabó con una derrota por 27-30, después de cinco partidos sin perder. La primera línea navarra, internacional Júnior y Juvenil con España, regresaba a una cancha después de superar una grave lesión por segunda vez. En octubre de 2023 se rompía el ligamento cruzado de la rodilla izquierda en el encuentro ante el Lobas Global Atac Oviedo en casa, justo cuando regresaba de sufrir la misma afección en la rodilla derecha un año antes, durante una eliminatoria de la Copa de la Reina en Elda. Ahora, está de vuelta. Ilusionada. El camino ha sido largo, pero sólo tiene en mente una cosa: disfrutar de lo que le espera por delante.

¿Cómo se sintió al pisar de nuevo la pista? ¿Cómo fue el regreso?

La verdad es que afronté el día con muchísimos nervios y con ganas. Lo que más me preocupaba era jugar el partido con miedo. La realidad es que he estado luchando contra el miedo mucho tiempo. El hecho de sentirme tan apoyada por la grada y arropada por mi equipo cuando salí a la pista me ayudó a concentrarme e hizo que ese miedo desapareciese. Al principio es cierto que tuve esos nervios, pero poco a poco fueron diluyéndose y cada vez estuve más cómoda.

Era lógico tener esos miedos, después de lo sucedido el año pasado justo cuando regresaba.

Sí. Ahí está la dificultad de asociar el jugar un partido con lesionarme. Por eso mismo era un día muy difícil para mí. Todo lo acabas relacionando.

Pero ahí, como bien ha dicho, estaba la afición para respaldarla. 

Fue una pasada. No tengo palabras para la afición. Fue increíble. Siendo jugadora, una vez que entras a la pista no escuchas otra cosa que las jugadas que mandamos entre nosotras. Pero, a pesar de la concentración, creo que la grada estuvo tan presente en el partido y fue tan intenso todo lo que animó, que se le escuchaba. Yo estaba en la cancha y le oía aplaudir. Eso me llegó muchísimo al corazón. Estaba con la piel de gallina todo el rato.

¿Cómo ha sido este segundo proceso de recuperación? ¿Más o menos complicado que el primero?

Ha sido muy diferente. Comparándolo con el anterior, este ha sido mucho más mental, con un trabajo mucho más psicológico, y creo que ahí ha estado la dificultad. Lo que es la rutina de ir al gimnasio, de disciplina, de levantarte y hacer todos los días prácticamente lo mismo no me suponía tanto. Pero sí trabajar con el miedo y gestionar las emociones.

La primera línea navarra lanza ante Merche Castellanos.

¿Y cómo ha sido ese trabajo? ¿Ha necesitado ayuda psicológica?

Sí. Además de apoyarme en mi gente, he necesitado la ayuda de personas que supiesen guiarme en este proceso. Estas lesiones me han enseñado la importancia de tener bien amueblada la cabeza y de saber estrategias para hacer frente a situaciones complicadas que te plantea la vida. 

¿Ha tenido ocasión de hablar con alguien que haya atravesado por su misma situación?

Conozco muchos casos, pero no he hablado con nadie. Sé que es algo muy común. Los rehabilitadores me han remarcado mil veces que no soy la única a la que le pasaba. Que hay mucha gente que, por desgracia, ha tenido situaciones parecidas a las mías y ha sabido salir de ahí.

“Las lesiones me han enseñado la importancia de tener bien amueblada la cabeza”

Usted misma ha tenido que compartir su situación con otras jugadoras del equipo, también con lesiones graves, como Valeska Lovera, Rocío Rojas o Mariana Costa. Es algo que está golpeando fuerte.

La verdad es que las lesiones de cruzado, en esta Liga, están siendo muy frecuentes. En nuestro equipo también hemos tenido estos casos. Pero si lo miramos por otro lado, las jugadoras a las que les ha pasado van a salir más fuertes de lo que estaban. Más que una piedra en el camino va a ser una oportunidad para crecer.

Un aprendizaje.

Eso es. Sobre todo aprender mentalmente cómo hacer frente y cómo trabajar contra el miedo.

Volvió ante el Costa del Sol Málaga. ¿Cómo se sintió? ¿Fue difícil adaptarse a la dinámica del equipo?

Creo que lo que más me costó fue mirar hacia delante y ver negro defendiéndome (el color de la equipación que vestía el sábado el Málaga). Yo estaba acostumbrada a entrenar entre nosotras y, por lo tanto, jugar contra personas vestidas igual que yo, sólo que con un peto. Ver a gente, en este caso de negro, me descolocó un poco. Parece mentira, pero fue así. Y con las de mi equipo me sentí muy cómoda. Nada desubicada.

A pesar de la derrota, el Beti Onak está completando una extraordinaria campaña. ¿Cómo lo ve?

Es un orgullo estar en un equipo así que ha ido de menos a más temporada tras temporada. Somos capaces de mucho y estoy muy feliz de que Miguel (Etxeberria) me haya dado la confianza de estar aquí.

¿Qué le dijo su entrenador cuando llegó el momento de salir a jugar?

Yo con Miguel lo he vivido todo. Me ha visto caer y levantarme. Crecer. No puedo ni describir lo que es vivir todo esto con él. Las palabras de Miguel son pocas, pero intensas. Lo que te dice, te llega. Estaba muy contento por mí y yo le veía feliz, la verdad.

Usted también está feliz y con ganas de comerse la temporada, ¿no?

Sí, sí. Estoy con muchas ganas. También con la cabeza tranquila de que todo tiene su proceso y hay que ir poco a poco. Pero con ganas de más.