HELVETIA ANAITASUNA 31

BARÇA 38


Helvetia Anaitasuna (16+15) Cancio (portero), Alonso Moreno (3, 1p), Aitor García (7), Redondo (1), Itoiz (1), Albizu (5) y Kisselev –siete inicial–. También jugaron Santamaría (portero), Ganuza (1), Xavi González (1), Castro (1), Elustondo, Marco Moreno (3), Zungri, Goñi (6) y Ortiz (2).

Barça (19+19) Pérez de Vargas (portero), Blaz Janc (4), Makuc (5), Palomino (1), Richardson (7, 2p), Javi Rodríguez (6) y Ariño (2) –siete inicial–. También jugaron Nielsen (portero), Bazán (1), N’Guessan (4), Thiagus Petrus, Miguel Martín (1), Ortega (2), Frade (3), Cikusa (2) y Jan Blas.

Marcador cada cinco minutos 4-5, 7-8, 9-10, 11-14, 12-16, 16-9 (descanso); 20-23, 21-28, 24-32, 27-33, 28-36 y 31-38 (final).

Árbitros Alberto García Rodríguez (Andalucía) y José Manuel Iniesta Castillo (C. Valenciana). Excluyeron dos minutos a los locales Elustondo, Redondo, Kisselev y Aitor García; y a los visitantes Bazán y Thiagus Petrus. Este último fue descalificado en el m.56 con roja directa por pegar en el rostro a Alonso Moreno.

Pabellón Anaitasuna. 1.500 espectadores.

Perder contra el Barça era algo que se presuponía. Es un equipo superior, con una calidad extraordinaria en su plantel y no hay quien le haga sombra en la Liga Asobal. Sin embargo, siempre hay formas y formas de caer ante semejante pléyade de jugadores y el Helvetia Anaitasuna, que acabó sucumbiendo este sábado por 31-38 en casa, eligió una valiente, atrevida y muy elegante. Perdió luchando.

No es para nada nuevo esto de plantarle cara a los azulgranas. En muchos duelos anteriores también ha sido así. Los navarros no renunciaron a jugar como saben, con intensidad y rápidez máximas. La prueba está en el frenético inicio de partido, en el que los goles se sucedían por igual en las porterías de Cancio y de Pérez de Vargas. 

Defendiendo en el centro de la zaga azulgrana, en bonitos duelos con Aitor García, estaba Antonio Bazán, que acaparó los aplausos y el cariño de la grada. El pivote navarro también tuvo sus minutos en ataque.

El capitán del Helvetia respondía con eficacia desde los seis metros a los trallazos de Richardson o Makuc para el Barça. Y no sólo él. De lo mejor sobre la pista fue ver a un Ernesto Goñi que va recuperando su atino ofensivo. Jugando en continuidad con el pivote y desplegando todo el talento y la potencia de su brazo en los tiros exteriores. Ahí está su fuerte y, cuando se atreve, Anaitasuna lo nota. Suyo fue el gol del empate mediada la primera parte (9-9), cuando el partido continuaba en un ir y venir endiablado por parte de ambos equipos. 

Nico Zungri se retiró en el m.15 tras lesionarse en una mano y la exclusión de Elustondo, que poco a poco va entrando en la dinámica tras superar sus problemas físicos, fue aprovechada por el Barça para poner la máxima renta hasta entonces (10-13. m.18),

El Helvetia chocaba por momentos con Pérez de Vargas, pero desplegaba una gran solidez defensiva y Cancio acompañaba en la portería –firmó 7 paradas, por 8 del meta rival–. Desbarató, de hecho, un mano a mano con Bazán.

Makuc llegó a poner la renta en cinco tantos (11-16), pero los locales no aflojaban. En el descanso, el resultado era de 16-19.

Dani Santamaría y Emil Nielsen fueron los encargados de tomar el relevo bajo los palos en la segunda mitad. El danés fue una pesadilla, sobre todo en los primeros compases, lo que posibilitó a su equipo traducir su efectividad en goles. N’Guessan sentenciaba desde el exterior y Richardson hacía lo propio.

El Barça ampliaba su renta poco a poco, si bien esta no se disparaba escandalosamente por la gran actuación de Santamaría y de la defensa. Los azulgranas tiraron de canteranos y Ortega, Miguel Martín o Blas cogieron el testigo de sus mayores. A falta de cinco minutos para el final, con un 28-36 en el electrónico, Antonio Ortega pedía su primer tiempo muerto de todo el partido. Una decisión que no pareció sentar nada bien a su homólogo Quique Domínguez, que renunció a dar instrucciones a sus jugadores en ese parón. 

Thiagus Petrus vio posteriormente la roja por golpear en el rostro a Alonso Moreno. Aún tuvo tiempo Santamaría de detener un siete metros a Ortega. El choque se cerró con dos goles de Aitor García, uno de ellos de espalda. 

El partido finalizaba con ese 31-38. El Helvetia perdía, sí, pero lo hacía con honores. Ahora, a pensar en el duelo clave ante el Bada Huesca.