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Aitor García se despide de Helvetia Anaitasuna: "Ha llegado el momento de que vuele”

El pivote, de 24 años, confirma su marcha a final de temporada

Aitor García, muy arropado durante la rueda de prensa, dice adiós a Helvetia Anaitasuna.Iban Aguinaga

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El pivote de Helvetia Anaitasuna, Aitor García, confirmó su marcha del club a final de temporada, en una rueda de prensa en la que el jugador estuvo acompañado de José Narvaiz, presidente de Anaitasuna, Quique Domínguez, técnico del equipo, y de Carlos García, director deportivo, así como de compañeros de equipo y de familiares. El pivote reconoció que va a afrontar “un nuevo reto” por primera vez lejos de casa, al entender que “ha llegado el momento de que vuele”.

“Hoy es un día muy complicado, porque vengo a anunciar que no seré jugador de Helvetia Anaitasuna el año que viene”, comenzó exponiendo en rueda de prensa antes de recordar sus inicios. “Cuando tenía seis años, mi gran amigo Ander Izquierdo y yo empezamos a jugar a esto del balonmano y en ese momento no había equipos de categoría Benjamín, por lo que tuvimos que jugar con jugadores que nos sacaban tres, cuatro años. Venía feliz a entrenar, era un jugador bastante flojete todavía. Jugaba de extremo y no me llegaban muchos balones, pero me lo pasaba muy bien. En los primeros partidos que jugamos mi madre no me dejaba unirme a ellos, y jugando al escondite, mi padre y yo nos escapábamos y veníamos a jugar. Al cabo del tiempo mi madre lo aceptó y vino a ver los partidos. Tengo una suerte inmensa de ser parte de esta cantera, tenemos la suerte de jugar sectores, campeonatos de España con la selección… pero aparte de eso, Anaitasuna transmite unos valores que no en todos los sitios se da. Anaita es un sitio muy especial. Tengo 24 años, empecé con seis, y parte de lo que soy es gracias a Anaitasuna. La fortaleza de este club es la base, el trabajo que se está haciendo en el femenino es increíble y a nivel masculino, también. Los niños y niñas de Iruña quieren hacer balonmano por Anaita, que somos un referente en Navarra y esto hay que mantenerlo. Hay muchísimo trabajo de muchas personas y hay que hacer todo lo posible para que esto siga adelante y Helvetia Anaitasuna siga formando jugadores y siga en la élite de balonmano español”, agregó. 

Rememorando nombres, el pivote pasó lista. Primero habló de Carlos García, director deportivo, del que señaló ser “una persona maravillosa, me has tratado muy bien desde el principio, a nivel de balonmano di un salto tremendo desde que llegaste. En tu papel de director deportivo me he sentido muy valorado y querido por tu parte”. Después, aunque estuvo ausente, mencionó a Javi Gracia, quien le comunicó “cuando iba a ser jugador de la primera plantilla. No me lo creía. Los pivotes eran Ander Ugarte y Antonio Bazán, y yo estaba dudoso, con miedo. Desde primer momento Javi me transmitió tranquilidad e hizo una clara apuesta por mí y por la base”. García no obvió y agradeció a su psicólogo deportivo, ya que “el jugador que soy hoy en día es gracias a él. Sigo trabajando con él y es de las mejores decisiones que he podido tomar. Él me ha dado paz o calma en momentos de tensión, me ha enseñado a gestionar y detectar emociones que no sabía que tenía o que no podía identificar”. Al agradecer a su entrenador, Quique Domínguez, rememoró “la primera charla del primer partido en Asobal como jugador de la primera plantilla. Fue contra el Barcelona, no sabía ni dónde estaba. No sabía qué estaba pasando, y cuando escuché la charla pensé ‘este tío qué está diciendo’. Yo flipaba con todo lo que decía este señor y me acuerdo cómo salimos a jugar el partido. Siempre me he sentido muy valorado, desde el primer año hasta este, que soy el capitán, y te quería dar las gracias, porque era mi sueño como jugador de balonmano”, antes de tener unas emotivas palabras hacia su familia.

“Quería daros las gracias por estar siempre desde el primer momento ahí. Mi hermana, mi fan número uno. Pocas veces te agradezco, te demuestro todo el apoyo que me das. Ya sabes cómo soy y estoy muy agradecido de todo lo que haces por mí. Aita, gracias por inculcarme en este mundo del balonmano, estoy muy orgulloso de que lo hayas hecho, de que me hayáis transmitido los tres estos valores que ahora, gracias a esta educación que me habéis transmitido, ha llegado el momento de que vuele, de que afronte nuevos retos”, expresó.