La vida está plagada de contrastes y el deporte es un fiel reflejo de ello. La temporada 2024/2025 ya ha finalizado para los dos máximos exponentes del balonmano navarro, el Replasa Beti Onak y el Helvetia Anaitasuna, y mientras uno lo ha hecho con una sonrisa e ilusiones de futuro, el otro ha acabado el trayecto entre lágrimas. Es la cara y la cruz de un deporte que año tras año reporta grandes éxitos a nivel de base, pero que esta vez cojeará en uno de sus pilares fundamentales.

Por primera vez en 30 años, la elite masculina no tendrá representación foral. Anaitasuna certificó el pasado domingo su descenso a la División de Honor Plata después de 14 temporadas transitando en la Liga Asobal. Años en los que poco a poco fue creciendo, consolidándose como uno de los clubes de referencia en la máxima categoría, cogiendo el testigo –aunque sin tantas pretensiones– de aquel San Antonio que enganchó a tanta gente al balonmano. Consciente de que su realidad era otra, no dejó sin embargo de tener sus ambiciones. Participó tres veces consecutivas en competición europea –en una de ellas, incluso, llegó a cuartos de final de la EHF, donde el Magdeburgo alemán le eliminó– y llegó a ser subcampeón de la Copa del Rey en 2016 ejerciendo como anfitrión en La Catedral. 

Lejos queda ya todo aquello y la realidad ahora mismo es otra. Anaitasuna ya no será el próximo curso equipo de la Liga Asobal y deberá replantear su proyecto en la segunda categoría del balonmano nacional, donde sin duda el peso de su bien cuidada cantera será aún mayor si cabe.

El femenino avanza

El contrapunto a la desolación del equipo pamplonés lo pone esta vez el Replasa Beti Onak. Las de Villava-Atarrabia recibían este fin de semana una feliz noticia, su clasificación para disputar la próxima temporada la European Cup y la Supercopa Ibérica, gracias al título liguero ganado por el Super Amara Bera Bera.

El conjunto de Miguel Etxeberria, en la que será su cuarta campaña en la máxima categoría del balonmano femenino, contará con billete europeo. El pasado marzo se proclamó –sin ruido y con mucha determinación– subcampeón de la Copa de la Reina en la final de Granollers ante las donostiarras. La competición copera traía aparejada la recompensa de una plaza en la European Cup –la tercera competición continental a nivel de clubes–, premio que finalmente se llevan las navarras al clasificarse el Bera Bera para Europa vía Liga.

Plantilla y cuerpo técnico del Replasa Beti Onak celebran el éxito copero en Granollers. RFEBM

Pero no sólo eso. El Replasa Beti Onak también jugará en septiembre la Supercopa Ibérica, donde se citarán también el Bera Bera, y el Benfica y el Madeira, vencedores de la Liga y de la Copa en Portugal.

Alegrías para un conjunto navarro que ha cerrado la presente temporada en la tranquila novena plaza de la Liga Guerreras Iberdrola y que este lunes oficializó la llegada para el próximo curso de Maialen Orbañanos, lateral guipuzcoana procedente del Zuazo. Será uno de los tres refuerzos junto a las primeras líneas Elsa Ventura y Mica Casasola.