"Es nuestro proyecto laboral y familiar. Somos padres de dos chiquititas y queremos que esto gire entorno a ellas, a nosotros y a lo que nos gusta hacer. Formamos un gran equipo y vamos a trabajar con mucho cariño”. Esa es la carta de presentación de Felipe Lozano y Johana Hernández, de 28 y 26 años, que acaban de abrir el bar restaurante ISPA Neo Taberna en el número 22 de la calle Iturrama.

Precisamente el nombre del local proviene de sus dos hijas: Isabella y Paulina, de 3 y 1 año. “Es una motivación muy grande para nosotros porque ahora compaginamos la maternidad con nuestro trabajo y nuestra empresa. Hay que organizarse, pero todo se basa en tener un equipo en el que poder confiar. Esa es la conclusión a la que hemos llegado. Estamos bien rodeados y va todo muy bien”, aseguran.

En total, trabajan en el local nueve personas: cuatro en la cocina y cinco en la sala. “Tenemos un equipo muy bueno y eso es muy importante. Nos han ayudado durante la reforma del local el electricista, el carpintero y los camareros, que dos de ellos ya trabajaban conmigo en la Marisquería Iturrama. Eso motiva mucho”.

El proyecto de la pareja nació el año pasado y, después de mucho esfuerzo, se ha hecho realidad. “Constituimos la empresa en noviembre, pudimos empezar con la reforma del local en mayo y abrimos el 5 de julio. Fue una guerra empezar durante los Sanfermines, pero entramos con el pie derecho y desde entonces no hemos parado”.

Felipe Lozano y Johana Hernández se muestran muy satisfechos con estos primeros meses. “El inicio está siendo muy ilusionante. Es el proyecto con el que siempre soñamos y lo hacemos con mucho cariño. Antes que hacernos ricos, queremos que la gente esté a gusto. Queremos darnos a conocer con la mejor cara y eso nos lleva a intentar que todo salga con excelencia”.

En cuanto al negocio, se definen como un restaurante en toda regla. “Hemos retrasado un poco la apertura hasta las 10 porque hay muchas panaderías que lo hacen muy bien cerca. Después, tenemos una barra de pintxos elaborados y tortillas y restaurante para comidas y cenas. Eso sí, aparte del negocio, queremos que guste y que la gente de nuestro entorno disfrute”.

Cocina tradicional

La cocina del IPSA Neo Taberna es tradicional y con género de calidad. “La inspiración es la típica taberna andaluza con sus gambitas frescas, sus vinos y su cortador de jamón en el medio de la sala. Yo soy cortador y es un producto al que damos mucho valor”, recalca Lozano.

 “Luego, el local tiene ese toque moderno en cuanto a la decoración, la música y algún producto novedoso. Hemos madurado las chuletas de cerdo, que no es lo normal. Tenemos la tradición del producto muy rico y fresco y le damos una pequeña vuelta. Cada semana traemos también marisco fresco los jueves hasta agotar género. Tenemos una hoja de sugerencias y lo variamos semanalmente con tres o cuatro mariscos muy ricos”.  

“La neo taberna nos permite explorar en lo que sea necesario, pero mantenemos nuestra esencia de parrilla, raciones y productos de temporada. Por ejemplo, ahora tenemos hongos y tomates. Lo acorde a la época”, explica Lozano mientras señala una excelente tortilla de hongos que hay en la barra.

Experiencia en el sector

Pese a su juventud, los dos cocineros cuentan con una notable experiencia en el sector. Felipe Lozano hizo un Grado Superior de Administración y Finanzas en Donapea. “Pero solo he estado en una oficina tres meses, después ya a la hostelería. Terminé de estudiar y me puse a trabajar”, explica Lozano. 

“Los dos somos colombianos, de Bogotá, pero nos conocimos aquí. Yo fui socio de la Marisquería de Iturrama unos años y llevamos siete trabajando en hostelería. Johana ha sido madre y llevaba un tiempo apartada hasta que abrimos este local, lo normal porque son unas enanitas nuestras dos hijas”. 

Iturrama, zona de bares

Los dos tenían claro que el local debía estar en Iturrama. “Es una ubicación perfecta. Está en la calle principal, al lado de la parada del autobús y junto a otros dos locales de mucha tradición. Yo ya llevo aquí siete años, conozco a mucha gente y también me conocen a mí. Vivimos en Iturrama desde hace un par de meses, así que todo gira entorno a esto”.

“Además, aquí la gente nos mima mucho. En cuanto te ven trabajar a diario y con buena cara y atento, responden súper bien. La gente valora el trabajo, eso es lo que estamos viendo hasta ahora”, agradecen. 

Por último, aseguran que la competencia con el resto de locales como el Chelsy o el Kopas en una zona de gran tradición hostelera es sana. “De hecho, durante la reforma íbamos a comer a los bares de al lado para llenarnos de energía. Trabajamos siempre con mucho respeto y sin ganas de perjudicar a nadie. Creo que si lo hacemos bien en conjunto nos beneficia a todos porque la gente va a ver que esta acera es muy buena y va a venir”, concluyen.