Con el verano, llega la ropa de manga corta, tirantes, pantalones y cortos, faldas y vestidos. Por eso, aunque cada uno decide hacer lo que desees y con lo que más como se encuentre, la mayoría opta por la depilación del vello corporal. Existen infinidad de opciones para hacerlo como la depilación láser, la maquinilla o la cera. Sin embargo, el método más utilizado por su comodidad puede ser la cuchilla. Entonces, surgen algunas dudas. ¿Es bueno para la piel? ¿Cada cuánto tiempo debo depilarme? ¿Y cada cuánto tiempo debo cambiar de cuchilla?

Lo primero, es tener en cuenta es la preparación de la piel. Es importante que esté exfoliada para que no queden células muertas y mantenerla hidratada. Esto se debe hacer de manera periódica. Algunos consejos que dan los dermatólogos es que la depilación con cuchilla se haga con la piel mojada ya sea durante la ducha o mojándola con paños de agua. Si nos depilamos con la piel seca, nos podemos levantar la piel.

Cuchillas de afeitar. Freepik

Como con todo, en la depilación también surgen mitos. El más frecuente es si la depilación con cuchilla supone que el vello crezca en mayor cantidad y más fuerte. De desmentirlo se ha encargado la Dra. Ana Molina que cuenta con más de 370 mil seguidores en Instagram y tiene un pódcast, 'De piel a cabeza', en el que trata estos temas. "Si fuese verdad, le pasaríamos la cuchilla a todos los calvos a ver si les crece más rápido y más fuerte", ha bromeado la doctora. También ha dado una explicación más profesional: "El pelo tiene forma de cono, se estrecha de forma natural hacia la punta. Entonces, cuando tú lo afeitas cortas todos los pelos por la base. Parece que tienes más pelo porque ves la parte gruesa que es la más oscura".

Como consecuencia habla también del "dermaplanning", un método de afeitado facial femenino que, aunque es originario de Corea, se ha popularizado entre las presentadoras de televisión de Estados Unidos. "Es un afeitado facial con cuchilla. No está mal pensado. Queda mejor en cámara porque el maquillaje se funda mucho mejor y la piel está más luminosa. Todos sabemos que el pelo no va a crecer más grueso ni más rápido porque tu lo afeites".

Cuidado con las cuchillas en mal estado

Otro de los asuntos que más dolores de cabeza dan es cada cuánto cambiar las cuchillas. Una cuchilla en mal estado aumenta el riesgo de cortes, irritación y foliculitis. Esto se debe a que hay que hacer mayor esfuerzo provocando inflamación en la piel, puntos rojos o pelos enquistados. Los expertos advierten que, en caso de que haya pelos enquistados, no se debe hurgar con la pinza.

Un hombre se aplica espuma de afeitar en el rostro. Freepik

Otro de los motivos que puede llevar a que estén en mal estado es cómo guardarlas. Hay una idea errónea de que se deben dejar húmedas en la ducha y no es así. Si no se secan bien, se generan microgrietas en el metal y se deterioran. Por eso, es importante enjuagarlas bien después de cada uso, secarlas bien y guardarlas en un lugar seco. Es esencial que la cuchilla sea personal y no compartirla con nadie.

Y, entonces, ¿cada cuánto la cambiamos? Aunque existe la creencia de que las cuchillas desechables se deben cambiar cada día, se pueden cambiar cada cinco o siete pasadas. Es decir, más o menos, una vez a la semana. Sin embargo, hay que prestar atención a algunos detalles como la sensación de tirón al pasarla por la piel, necesidad de ejercer más presión para depilar, presencia de óxido o residuo en las hojas.