La inteligencia artificial (IA) también ha llegado a la música. Si los artistas han tenido que ver cómo en las últimas décadas la industria musical reducía a la mínima expresión sus ingresos por venta de discos siendo sustituidos por el streaming, ahora se enfrentan también a la competencia de la IA y a su capacidad para hacer música.

Contra la IA generativa

El sector trata de hacer frente a esa nueva amenaza, y así Spotify ha reforzado su política contra la inteligencia artificial generativa en la música, mediante un nuevo sistema de filtrado de spam y normas más estrictas contra la suplantación de identidad, según anunció hace unos días la plataforma de streaming en un comunicado.

Para mejorar la protección en los casos de suplantación de identidad, la imitación vocal sólo estará permitida en la música disponible en Spotify cuando el artista imitado haya autorizado expresamente su uso.

Contenido fraudulento y spam

Además, destinará más dinero a combatir los casos en los que se sube contenido de forma fraudulenta a través del perfil de otro artista en los servicios de streaming, ya sea música generada por IA o no. Y a mejorar el proceso de revisión de contenido incorrecto para que los artistas puedan informar de los posibles desajustes incluso antes del lanzamiento oficial de los discos.

También se aplicará un nuevo filtro de spam musical, un sistema que identificará a quienes suben contenido y a las pistas que utilicen estas tácticas, además de etiquetarlas y dejar de recomendarlas.

Declarar su uso

Spotify está además implicado en el desarrollo de un nuevo estándar en la industria para declaraciones de uso de IA en los créditos musicales. A medida que esta información sea enviada por sellos, distribuidores y socios musicales, comenzará a aparecer en la aplicación de la plataforma.

De esta forma, los artistas y titulares de derechos tendrán una forma clara de indicar "dónde y cómo la IA intervino en la creación de una pista, ya sea en voces generadas por IA, instrumentación o postproducción". "No se trata de castigar a los artistas que usan IA de manera responsable, ni afectará la forma en que el contenido es priorizado o promocionado en Spotify", asegura la plataforma.

El objetivo es "luchar contra la suplantación, el spam y el engaño", que han crecido al mismo ritmo que los pagos totales por música en Spotify, que han pasado de 1.000 millones de dólares en 2014 a 10.000 millones en 2024. Pagos elevados que "atraen a actores malintencionados". A juicio de Spotify, la industria musical "necesita un enfoque matizado sobre la transparencia en el uso de IA, sin la obligación de clasificar cada canción como 'es IA' o 'no es IA".