La invasión de Rusia a Ucrania está dejando día tras día imágenes de desastres injustificables, pero también vídeos que se hacen virales por su fuerza y emotividad. Y absolutamente emotivas han sido las lágrimas de una periodista ucraniana, que no ha podido evitar echarse a llorar mientras increpaba a Boris Johnson pidiéndole más compromiso con su país. Unas imágenes que rápidamente han recorrido el mundo y que la han convertido en una heroína para Ucrania.

El primer ministro del Reino Unido ha visitado este martes Polonia y, durante la rueda de prensa que ha ofrecido, la periodista ucraniana Daria Kaleniuk le ha hecho una pregunta, más bien una larga reflexión, que ha dejado a Johnson sin palabras. "Crucé la frontera hace dos días. Soy de Kiev. Járkov, la ciudad en la que estudié ha sido totalmente bombardeada hoy, el centro de la ciudad. Usted está hablando aquí sobre el estoicismo del pueblo ucraniano mientras las mujeres y los niños están aterrados por las bombas y los misiles que caen del cielo", ha comenzado la periodista, ante un Johnson que se limitaba a asentir.

Kaleniuk, muy activa en Twitter pidiendo que la OTAN cierre el cielo ucraniano para evitar los bombardeos aéreos rusos, le ha hecho la misma reclamación al líder británico. "Los ucranianos piden desesperadamente a occidente una zona de exclusión aérea para proteger nuestros cielos. Pedimos eso y nos dicen que desencadenará la III Guerra Mundial pero, ¿cuál es la alternativa, primer ministro? Usted viene aquí a Polonia pero no a Kiev o a Leópolis. Porque tiene miedo. Porque la OTAN no está dispuesta a defendernos y tiene miedo a la III Guerra Mundial, pero ya ha empezado. Y son los niños ucranianos los que reciben las bombas", ha argumentado la ucraniana, que intentaba mantener la calma pese a la dureza de su discurso.

A continuación, ya con la amenaza de una responsable de prensa del Gobierno británico, que quería que finalizara su intervención, le ha recordado las incoherencias que se están viviendo con las sanciones de los países occidentales a Rusia. "Usted habla de más sanciones pero Roman Abramovich no ha sido sancionado. Está en Londres. Sus hijos no están siendo bombardeados, están en Londres. Los hijos de Putin están en Países Bajos, en Alemania, en mansiones. ¿Están incautadas esas casas? No lo veo. Sólo veo a mi familia y a mi equipo llorando. No sabemos dónde huir. Esto es lo que está ocurriendo, primer ministro", ha terminado entre lágrimas.

Johnson, conmocionado ante lo que acababa de presenciar, sólo ha sido capaz de responder un par de frases. "Gracias por sus preguntas y por estar aquí hoy, me alegro de que haya podido llegar aquí. Solo decirle que soy consciente de que sienten que no es suficiente lo que estamos haciendo. Y tengo que ser honesto sobre eso".