Según un estudio de 2022 del Instituto de Estadística de Navarra (Nastat), el 26,7% de la población navarra de 3 o más años tiene algún conocimiento de euskera y el porcentaje de población vascohablante se sitúa en el 15,1%. Tal y como señalan, el porcentaje de población de 3 o más años vascohablante se sitúa en 15,1%, el de personas vascohablantes receptoras es 11,6% y el de personas no vascohablantes es 73,3%.
Lucía, June, Ane e Irati, los nombres más utilizados entre las nacidas en Navarra
Respecto a 2021, el porcentaje de personas vascohablantes ha aumentado dos décimas y el de personas vascohablantes receptoras permanece invariable. Por sexo, el 15% de los hombres son vascohablantes, el 11,7% son vascohablantes receptores y el 73,2% son no vascohablantes. Una lengua de la que, a medida que se siguen descubriendo datos e informaciones sobre ella, sigue sorprendiendo.
Tal es su belleza y riqueza histórica, que cada vez son más quienes se animan a poner un nombre en euskera a sus hijos. Según datos publicados por el Nastat, los nombres más utilizados entre las nacidas en Navarra son: Lucía, June y Ane e Irati. En el año 2022, se registraron 956 nombres femeninos distintos para 2.300 nacidas, mientras que en el caso de los niños se alcanzaron 921 nombres para 2.395 nacidos.
Los nombre en euskera que "deberían estar prohibidos" según el influencer Beñat Olea
"¿Y si te digo que en euskera hay nombre propios que parecen mágicos y otros que deberían estar prohibidos?", comienza planteando el influencer vasco Beñat Olea, quien utiliza las redes para acercar curiosidades del euskera a sus seguidores.
"Hay dos que aunque suenen muy comunes, son el alfa y el omega de los nombres vascos. Uno es Asier, que viene de hasi o hasiera y significa comienzo. Un nombre poderoso, como el del actor Asier Etxeandia. Su contrapuesto, que en este caso es un nombre femenino, sería Amaia, que significa final. Vamos, igual que Amaia Montero supuso el final de una etapa para la 'La Oreja de Van Gogh'. Aparte de esto, en Euskar Herria es muy común que los nombres vengan del entorno natural, quizá porque nuestra tierra es pura montaña, mar y bosques. ¡Y para muestra un botón! Para chicos tenemos Ibai (río), Arkaitz (roca), Oihan (selva), Zuhaitz (árbol), Aritz (roble) o Ekaitz (tormenta). Y para chica tenemos Iraia (helecho), Jare (campo de trigo), Irati (campo de helechos), Enara (golondrina), Haizea (viento) o Edurne (nieve)", comenta el creador de contenido durante el vídeo.
Pero su relato no se queda ahí. "Pero, ¡espera! que también hay un montón de nombres unisex, es decir, sin género. Como Izar (estrella), Zeru (cielo), Amets (sueño), Lur (tierra) o Uraitz (roca de agua). Y aunque en euskera parezca que todo suena muy poético y mágico, hay algunos nombres que mejor no utilizar, porque parece que estén diseñados para sufrir bullying. Entre ellos estarían Zigor (castigo), Aker (macho cabrío o cabrón) y Gorotz (excremento, estiércol). Que vale, que yo entiendo que en el ámbito rural Gorotz es casi como algo sagrado, pero por favor, no pongáis estos nombres", termina explicando Beñat Olea.