Síguenos en redes sociales:

Juguetes sexuales en la cancha: la WNBA lidia con una indignante ola de interrupciones

Varios partidos de baloncesto femenino en EE.UU. se han visto interrumpidos por el lanzamiento de consoladores; dos personas han sido detenidas y la liga promete mano dura

Juguetes sexuales en la cancha: la WNBA lidia con una indignante ola de interrupcionesEuropa Press

Lo que debería ser un espectáculo deportivo se está convirtiendo en una grotesca distracción. En las últimas semanas, varios partidos de la WNBA —la liga profesional de baloncesto femenino de Estados Unidos— han sido interrumpidos por el lanzamiento de consoladores desde las gradas a la pista, un acto que ha indignado a jugadoras y entrenadores y ha dejado desconcertado al público.

La liga ha condenado el comportamiento y ha advertido de que cualquier aficionado que lo repita será expulsado de por vida y se enfrentará a un proceso judicial. Dos personas ya han sido detenidas por incidentes ocurridos en Atlanta y Phoenix.

Entre los protagonistas indirectos está un grupo vinculado a una criptomoneda llamada Green Dildo Coin, que se ha atribuido algunos de los episodios como parte de una campaña de autopromoción. Según explican, los lanzamientos de consoladores verdes coinciden con el lanzamiento de su moneda digital y buscaban generar atención en redes, aunque aseguran no tener nada contra el baloncesto femenino.

Imagen de uno de los 'dildos' lanzados a la cancha.

Las jugadoras, sin embargo, lo ven como un ataque sexista. "Es una falta de respeto enorme", denunció Elizabeth Williams, del Chicago Sky. La entrenadora de Minnesota Lynx, Cheryl Reeve, fue más allá: "Esto es la última versión de la sexualización de las mujeres. No es gracioso y no debería convertirse en chiste".

Los incidentes, que han incluido juguetes de varios colores, se han repetido en partidos como el Atlanta Dream–Chicago Sky o el Indiana Fever–Los Angeles Sparks. En este último, la jugadora Sophie Cunningham advirtió del riesgo físico: "Vais a acabar hiriendo a alguna de nosotras".

Mientras la WNBA refuerza la seguridad, el debate en Estados Unidos va más allá de lo pintoresco: para muchas jugadoras, no se trata de una broma, sino de un gesto que trivializa su deporte y perpetúa estereotipos sexistas.

"Todo el mundo intenta que la WNBA no sea una broma y que se tome en serio, y entonces pasa esto", dijo en su podcast Sophie Cunningham, de las Indiana Fever, que estuvo a punto de ser golpeada por un consolador mientras estaba en la cancha en Los Ángeles. "Me digo: '¿Cómo van a tomarnos en serio alguna vez?", se preguntó.