Gianni Bugno: "Miguel arrollaba solo en la carrera"

El exciclista italiano, presidente de la Asociación Internacional de Ciclistas, Gianni Bugno, rememora la figura de Miguel Induráin en aquellos maravillosos años 90.

Ganó un Giro vestido de rosa desde el primer al último día -en 1990, es el último que lo ha hecho-, dos Mundiales, etapas en las tres grandes, clásicas... Pero en Navarra se le recuerda como el rival de Induráin.

Fue dos veces podio en el Tour, segundo en 1991, por detrás de Miguel, y tercero en 1992. Induráin aseguraba que el motor de Gianni Bugno (Brug, Suiza, 1964) era el más potente del pelotón. Pero el navarro le ganó siempre. Tenía clase, estilo, fuerza, pero le faltaba confianza. Cuando se bajó de la bicicleta en 1998, eligió volar. Se hizo piloto. Maneja desde entonces el helicóptero de la televisión italiana en el Giro.

"No me parece mal que me recuerden como el rival de Induráin. Me gustó luchar contra él, aunque casi siempre me ganaba. En algún Mundial pude batirle. Miguel ha sido el rival más fuerte con el que me he encontrado en toda mi carrera. No había forma de ganarle. Nunca fallaba". Solo guarda buenos recuerdos de aquella época, a pesar de que la figura del corredor de Villava le eclipsó. "Hay quien me suele decir que tuve mala suerte al coincidir con él, que sin Induráin yo habría ganado algún Tour. Puede ser. Aquel de 1991, quizás. Pero es algo que no me paro a pensar. El pasado no se puede mover. Me tocó vivir aquella época, la de Induráin, como a otros le tocó compartir protagonismo con Coppi y Bartali, Anquetil, Merckx, Hinault o Armstrong. Fui feliz. No la cambiaría".

No se cansa de alabar la figura de Induráin. "Él era el más fuerte. Pero tenía esas cosas, detalles con los rivales hacia los que siempre dirigía alguna palabra de respeto. Miguel solo arrollaba en la carretera, con las piernas. Fuera, no. Siempre me agradó mucho su forma de ser. Me gustaba su carácter, su manera de hacer las cosas. Era elegante y tranquilo. Nunca hizo ni dijo nada malo o polémico. Era un campeón humano. Leí que su hijo mayor estaba andando en bici. Otro Induráin. Tenía buena relación con él, aunque después se diluyó por aquello de la distancia. Aun así, cuando coincidimos, charlamos un poco".